Durante la historia, pocos enfrentamientos han resultado tan ventajosos para la ciencia y la economía como esta carrera espacial «fría», por la que la extinta URSS y Estados Unidos se lanzaron a una guerra sin cuartel para ser los primeros en lograr distintos éxitos espaciales. Hay una extensa tecnología satelital que hoy día se utiliza con diferentes fines terrestres, entre ellos están la difusión de TV y datos a la superficie, las comunicaciones bidireccionales entre puntos muy distantes, la geolocalización…
También el GPS, los satélites espía para fines militares, la meteorología, y un largo etc..
Nada de todo esto habría sido posible sin la carrera espacial. Aquellos primeros satélites, cuyo fin primigenio era básicamente probar la superioridad tecnológico-científica y anticiparse a un contrincante que se consideraba una enorme amenaza, terminaron sirviendo de base tecnológica de cara al desarrollo de usos civiles esenciales hoy día, y que han hecho mejorar sensiblemente a nuestras socioeconomías.
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