Cuanto más se replica el virus, más mutaciones prueba y más puntas puede encontrar. No sabíamos que había un Omicron superior. Podemos decir que la gran mayoría de las mutaciones harán que el virus sea menos adecuado o no tenga ningún efecto, pero una parte muy pequeña tendrá picos. Luego apareció Omicron en la parte superior, en una dirección en la que nadie pensó en mirar.
El virus encontrará constantemente lo mejor para sí mismo. De hecho, cambia lo que significa que un virus esté en forma. Sin embargo, es extremadamente improbable que el virus mute tanto como para que nuestra inmunidad contra infecciones graves se restablezca.
Si las variantes futuras seguirán causando un gran número de infecciones dependerá de la rapidez con la que el virus pueda seguir desarrollándose y de lo bien que nuestra inmunidad resista exposiciones repetidas.
Omicron ha recopilado más de 50 mutaciones, de las cuales más de 30 solo en su proteína principal. De los cuatro coronavirus estacionales que causan el resfriado común, dos acumulan solo 0,3 o 0,5 mutaciones adaptativas por año en sus proteínas de punta. Hay tres explicaciones posibles por las que el desarrollo del SARS-CoV-2 se ve tan diferente del desarrollo de otros virus, y no son mutuamente excluyentes. Realmente no hemos analizado otros virus respiratorios tan a fondo.
Cuando los científicos intentan establecer la relación entre estos virus secuenciados en árboles evolutivos, encuentran que son muy raros. En segundo lugar, el coronavirus podría ser un valor remoto que es intrínsecamente superior a otros virus al examinar su entorno físico. Ayuda ser un virus de ARN, que acepta mutaciones más rápido que un virus de ADN, y luego ayuda moverse muy rápido. Pero estas mutaciones pueden tener un problema para convertirse en dominantes en el curso corto de una infección típica por COVID-19.
Por lo general, la mutación tarda un tiempo en pasar del cero al 5 al 10 por ciento del virus en una persona infectada. Esta persona luego transmite solo una pequeña cantidad de partículas virales a otra persona, por lo que la mayor parte de esta diversidad se pierde. A través de millones de infecciones, algunas de estas mutaciones se transmiten y se acumulan gradualmente en la línea viral. En la infección crónica, estas mutaciones virales beneficiosas tardan en volverse dominantes en semanas y meses y luego continúan.
Los orígenes de Omicron aún se desconocen. En ambos casos, las presiones de selección en el paciente inmunocomprometido o en la población animal difieren ligeramente de la presión de selección del virus transmitido entre humanos.
Esto puede haber permitido que el virus cierre la brecha de aptitud física y descubra un nuevo pico en Omicron. Comprender las fuerzas evolutivas que crearon Omicron puede ayudarnos a comprender las áreas de lo que es posible, aunque no puede decirnos exactamente cómo será la próxima opción. El conjunto de mutaciones que hacen que la variante sea tan buena para infectar a las personas vacunadas también la hace un poco menos inherentemente virulenta.
El virus podría replicarse muy, muy rápidamente, por lo que los pacientes excretan sus altos niveles. O el virus podría replicarse principalmente en la nariz y la garganta, donde podría transmitirse más fácilmente, en lugar de en lo profundo de los pulmones. Omicron parece hacer esto y es menos virulento.
Una versión de Omicron llamada BA.2 supera ahora a la variante clásica Omicron en Reino Unido y Dinamarca, aunque todavía no está claro qué ventaja puede tener. Trece de las mutaciones están agrupadas en lugares donde los científicos no han visto muchos cambios. Esto sugiere que las mutaciones allí generalmente hacen que el virus sea menos apto y eliminado. ¿Puedes imaginar un virus bajo presión para escapar de los anticuerpos existentes?
Adquiere una serie de mutaciones que lo hacen menos reconocible por los anticuerpos, pero quizás peor cuando ingresa a las células. En un entorno de selección ligeramente diferente en un paciente inmunocomprometido o reservorio animal, el virus aún puede permanecer hasta que encuentre la combinación correcta de mutaciones para compensar los cambios anteriores.
En Omicron, este proceso remodeló partes clave de la proteína de pico para que se volviera menos reconocible para los anticuerpos existentes y encontró una estrategia diferente para ingresar a las células. Omicron se ha convertido en un especialista en esto último, que funciona peor en las células pulmonares que en las células de la nariz y la garganta, y puede explicar la menor gravedad intrínseca de la variante.
Para eludir el sistema inmunológico, el virus ha cambiado una de sus funciones más básicas. Hay límites en la forma natural en que un virus puede volverse transmisible. El sarampión, el virus más transmisible conocido, tiene un R0 de 12 a 18 en comparación con el R0 de Delta 5. El R0 de Omicron aún no está claro, ya que gran parte de su ventaja sobre Delta parece provenir de la fuga de anticuerpos, que existe en lugar de su propia transmisibilidad.
Y aquí el virus nunca se quedará sin nuevas estrategias, porque lo óptimo está en constante cambio. Esta ola de Omicron, por ejemplo, aumenta la gran inmunidad de Omicron a medida que la población se mueve, lo que en realidad ha hecho que Omicron esté menos en forma que cuando apareció.
Otra opción probablemente no sea Omicron, o algo tan antigénicamente diferente de Omicron como sea posible.
