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¿REDES 6G cambian el juego o solo el lema? REDES 6G ya respiran entre antenas y algoritmos
Estamos en agosto de 2025 en España y REDES 6G se ha convertido en la comidilla técnica que divide sobremesas entre incrédulos y entusiastas 😊. REDES 6G no es un póster futurista colgado en el pasillo de un campus, sino un trabajo silencioso que avanza tornillo a tornillo, firmware a firmware. Y yo, que llevo años siguiendo este baile de frecuencias, confieso que me fascina el momento en que la radio deja de ser sorda y empieza a entender lo que oye.
“La antena ya no solo transmite, también aprende”.
“Si la señal tropieza, el modelo la levanta”.
“La pared deja de estorbar y se convierte en aliada”.
Arranco con una certeza provocadora que me acompaña desde hace tiempo. REDES 6G no es “más de lo mismo” con otro número. Es un salto de oficio, un giro de carpintería fina donde el material ya no es solo silicio y cobre, sino también datos que se pulen en tiempo real. Cuando hojeo hojas de ruta como el compendio de hardware clave de IDTechEx o me pierdo en el itinerario de tecnologías 6G de Nokia Bell Labs, veo el mismo dibujo repetido con diferentes trazos. La IA deja de atornillarse al final del proceso y pasa a tallar la madera desde la primera pasada. Y ahí cambia todo.
samsung doma el haz con metasuperficies y sub-thz en clave vintage
Hace tiempo me habrían tomado por bromista si hubiese dicho que una pared, bien entrenada, sabría “doblar” un rayo de radio como si fuera luz. Hoy Samsung no se ríe. Lo detalla con paciencia en su vitrina de comunicaciones de nueva generación y en análisis como el de Parola Analytics sobre patentes 6G. En el papel, su US 11,070,269 dibuja metasuperficies que forman haces y los dirigen con terquedad de relojero para pelear la atenuación feroz de las bandas más altas. En la mesa del laboratorio, junto a la Universidad de California Santa Bárbara, asoman las cifras que convierten el folio en hierro: 6,2 Gbps a 15 metros en 140 GHz, con arrays de 16 canales, 2 GHz de ancho de banda y beamforming que no tiembla. Si alguien necesita recordar que la ingeniería es artesanía, que mire esa demo narrada también en medios como Fedecámaras Radio. Me gusta porque no es humo, es tornillo.
El concepto que se afianza es sencillo y audaz. La pared deja de ser enemigo para convertirse en espejo obediente. Las Superficies Reconfigurables Inteligentes entran en escena como piezas de interiorismo radioeléctrico y se coordinan con el beamforming clásico. No es casual que la propia Samsung, en entrevistas técnicas recuperadas por RCR Wireless, insista en “preparar ya” los cimientos del 6G. El presente histórico tiene prisa.
huawei y la idea de una red que siente como un sistema nervioso
A la otra orilla del tablero, Huawei no afina un módem sin más. Presenta un sistema nervioso distribuido que unirá lo físico con lo digital y lo biológico, una ambición que se rastrea en análisis de patentes como los de GreyB y en panoramas que describen su cuota aproximada del 35% en solicitudes 6G. No es un número caprichoso, es un músculo documental que, guste o no, marca agenda. En familias como CN117176294A y WO2023207969A1 se intuye el plan para mejorar transmisión, medir el canal con más finura y preparar el salto a bandas donde el aire, sinceramente, se pone puntilloso. Para quien quiera cruzar datos con geopolítica, piezas punzantes como el artículo de Fierce Network ayudan a entender por qué este terreno no es solo técnico.
Aquí mi manía de reportero me juega a favor. Cuando una red “siente”, la conversación cambia. Ya no es una autopista que cobra peaje en gigabits, es un organismo que percibe, decide y actúa. Suena solemne, pero cuando comparo esta línea con la visión ai-nativa de Nokia Bell Labs o la adaptive intelligence de Qualcomm, veo más coincidencias que grietas.
nokia bell labs convierte la interfaz aérea en artesano paciente
Los finlandeses parten de seis claves que repiten como un mantra afinado en laboratorio: interfaz aérea nativa de IA, arquitecturas cognitivas, conectividad extrema, red como sensor, espectro nuevo y confianza de base. Está contado con detalle en su página de tecnologías 6G y, para los curiosos del detalle, en la explicación de la interfaz aérea ai-nativa, esa que apunta a reducir hasta un 50% la energía frente a 5G en servicios comparables. No es eslogan, es matemática aplicada a la capa física con ayuda de NTT y DOCOMO en pruebas de concepto discretas y persistentes.
Además está el juguete que más titulares da, el “network as a sensor”. En espacios de pruebas como ARENA 2036, la red observa y dibuja el entorno con la misma señal que comunica. Se vuelve “sexto sentido digital”, dicen con sobriedad nórdica, y lo interesante es que lo hacen sin romper la estética de ingeniero: menos grafitis y más gráficas. Para los que quieran sensaciones divulgativas, el programa neerlandés Future Network Services lo describe con gracia en su pieza sobre la red como sexto sentido.
terahercios y orgullo de taller del w-band al d-band
A partir de 100 GHz el aire cobra impuestos severos. Lo cuenta con frialdad quirúrgica la guía de THz de Rohde & Schwarz y asoman detalles finos en lecturas como el estado del arte en arXiv 2407.01957. Las bandas W y D son el nuevo oeste. A cambio de anchos de banda brutales hay que resolver absorción atmosférica y bloqueos físicos que convierten una mano humana en “muro de hormigón”. Y, aun así, se avanza. LG y KAIST se marcaron en 2023 una prueba a 500 metros que muchos daban por demasiado audaz para ese calendario, un ensayo del que corre literatura técnica y que impulsó ideas como las del dispositivo óptico sub-THz descrito en la US 11,032,009 recogida por Parola Analytics. No es “humo de feria”, es señal y espectro domados con paciencia.
redes ai-nativas más allá de la optimización de posdata
Aquí va la diferencia que me obsesiona. En 5G la IA era invitada a la cena. En REDES 6G es quien cocina. Qualcomm lo empaqueta con elegancia en su adaptive intelligence, donde algoritmos ML ajustan precodificación, SNR y consumo según el humor del canal. La ruta se extiende desde 5G-Advanced hasta el siguiente peldaño y se explica sin atajos en su página de investigación 6G y en resúmenes amenos como el de Telco Magazine sobre redes ai-nativas.
La misma idea cruza otros pasillos. ISAC —comunicaciones y sensado integrados— convierte el “ruido” en información de escena con la misma forma de onda. La red, por fin, ve. De paso, el consumo baja porque dejas de tirar vatios al aire como si fueras millonario del espectro. No me canso de repetirlo: si la capa física aprende, el resto de la red respira.
dmMIMO y ris la cocina de la cobertura imposible
Nada de listas, pensemos en imágenes. Varias antenas separadas escuchando al unísono, coordinadas como un coro que sube la capacidad en subida sin pedir otra torre ni otro alquiler de azotea. Esa es la gracia del MIMO masivo distribuido que Nokia viene defendiendo en su guía de 6G explicado. Y las RIS, esos paneles “obedientes”, rebotan o dirigen la señal hacia donde conviene. La propia Samsung ha dejado pistas en entrevistas y materiales de trabajo sobre cómo vestir las paredes para que el sub-THz no sea una rareza de laboratorio, sino un vecino frecuente de esquina.
“La ciudad se vuelve espejo de radio y mapa vivo a la vez”.
En esa frase cabe casi todo el futuro urbano que leo en informes y demos con detección y comunicación juntas. Es difícil no sonreír.
calendario institucional y dinero comprometido con nombres y apellidos
El reloj oficial también se mueve. 3GPP enciende el semáforo de 6G en 2025, con una primera especificación grande en Release 21 alrededor de 2028 y un horizonte comercial en torno a 2030. No hace falta creerme. La Comisión Europea lo pone negro sobre blanco en su página de políticas 6G y el Parlamento Europeo lo resume con claridad en su briefing EPRS 2024 sobre el camino a 6G que cualquiera puede leer con café en la mano (documento EPRS).
En el terreno nacional, China lo empuja desde su decimocuarto plan y Corea del Sur lo convierte en K-Network 2030 con su presupuesto ya asignado, coordenadas que aparecen una y otra vez en resúmenes de mercado como los de Technology Magazine y en el SNS-JU europeo, que detalla ambiciones y proyectos en su SNS Journal 2025. En Estados Unidos, la NTIA ha puesto por escrito su carta de navegación en “Plotting the Path to 6G”, un texto que me gusta por su mezcla de política industrial y suelo técnico que puedes leer en su propio blog de NTIA.
Mientras tanto, la industria amarra alianzas con sabor a década larga. NVIDIA se sienta con operadores, integradores y centros para construir radio ai-nativa desde el hardware hasta la arquitectura, algo que cuentan sin rodeos en su blog europeo sobre investigación 6G. Y en nuestro patio, Hexa-X —liderado por Nokia— hace de paraguas de I+D continental, relatado con calma en la página de Nokia sobre 6G explicado.
obstáculos que no se maquillan y oportunidades que merecen sudor
No hay milagros. Las señales THz se atenúan con ganas y cualquier objeto impertinente te desbarata el enlace. Hay que fabricar amplificadores más eficientes, antenas más baratas y semiconductores que no tiemblen a esas frecuencias, menesteres que cruzan estudios técnicos con números de mercado como el informe de Future Markets. En seguridad, Europa aprieta con arquitecturas de confianza, y documentos como el EPRS ya mencionado dejan claro que la privacidad y la resiliencia no pueden ser una nota al margen. Si además sumas detección y posicionamiento a la ecuación, la ciberseguridad gana más páginas y especialistas.
Aun así, el premio merece la caminata. Hablamos de holografía en tiempo real, XR que no marea, telemedicina de alta precisión y sistemas autónomos que reparten inteligencia entre dispositivo, borde y nube. Las ciudades podrán medirse solas y los gemelos digitales dejarán de ser una maqueta bonita para convertirse en herramienta diaria, tal y como dibujan panoramas divulgativos como el de Vation Ventures o artículos introductorios como el de NTI Soluciones sobre el futuro de la conectividad.
Aquí aflora mi debilidad por la historia. Hace décadas un “ladrillo” costaba un sueldo y pesaba casi un kilo, y ahora diseñamos redes que “ven” la esquina antes que nosotros. La tecnología tiene ese sentido del humor.
“La verdad espera. Solo la mentira tiene prisa.”
“Toda tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.”
una nota personal entre presente retro y mañana inevitable
Si cierro los ojos, veo tres escenas. Un banco de pruebas en Corea con un enlace THz que aguanta el tipo entre edificios. Un pasillo en California donde el beamforming parece un truco de manos hasta que miras el analizador. Un laboratorio europeo en el que el modelo del módem se recalibra solo porque ha aprendido a desconfiar de su propia confianza. REDES 6G reúne esas estampas y las pega en la pared con celo viejo, como si fueran fotos de familia. No hay épica gratuita. Hay humanismo técnico y ganas de hacer que las máquinas escuchen mejor para que nosotros podamos vivir con más libertad y menos latencia.
Y sí, cuando se enciendan las primeras celdas comerciales hacia 2030, nos parecerá natural. Incluso aburrido. Pero a mí me gusta quedarme con el instante previo, cuando la idea todavía cruje y los ingenieros hablan como artesanos. Ahí está el encanto.
claves fuertes que me traigo en la libreta
REDES 6G será ai-nativa desde la capa física hasta el núcleo de red.
THz, RIS y DmMIMO son la trenza técnica para cobertura extrema.
La red como sensor convierte el “ruido” en mapa útil de la ciudad.
El calendario institucional aprieta con 3GPP ya en marcha y 2030 en el horizonte.
¿Preferimos una red que solo transporte o una que comprenda?
Yo, por si acaso, dejo sitio en la estantería para un módem que, además de sincronizar, piensa. Porque el futuro —con su guiño vintage y su hambre de bits— se escribe una señal terahertz a la vez.