Hay muchas ocasiones en que los hombres mejoramos vistiendo lo más elegantes que podemos. Y qué duda cabe que un traje, sobre todo si es a la medida, es como para las mujeres un vestido negro. No hay nada más elegante, o al menos hemos sido educados y educadas para que nos lo parezcan. Por eso vamos a hablar sobre trajes para novio, trajes a la medida, sastreria a la medida, trajes adaptados, y trajes para trabajar en esos sectores en los que conviene ir muy elegante. Por ejemplo, vamos a hablar de trajes ejecutivos para hombre, pero no solo, también de trajes personalizados.
Para empezar haré una breve mención a Solonovios, una sastrería a la medida en Badalona, Barcelona, dedicada a esos hombres a los que nos gusta cuidar nuestra imagen. A todos nos agrada llamar la atención, y despertar la curiosidad femenina como resultarles muy elegantes. Y si para ello hemos de recurrir a los trajes a medida pues la verdad es que tampoco nos cuesta mucho ser elegantes.
Cada vez son más los ejecutivos que apuestan por diseños más atractivos y por trajes confeccionados conforme a su estilo propio. También los novios desean parecerse poco a poco más al genuino caballero de antiguamente. Llegaron las barbas, los chalecos, los tirantes, y todas esas cosas vintage que nos han recordado que lo clásico y antiguo también puede ser moderno y elegante.
trajes hechos a la medida
No se iban a quedar atrás los trajes, y menos a sabiendas que un hombre que resalta por llevar trajes hechos de manera artesanal, ceñidos a su anatomía, causa sensación entre el público femenino, por mucho que hayan estado leyendo a Judith Butler la noche anterior. Es por este motivo que conceptos como el bespoke, o el made-to-measure cobran poco a poco más estrellato.
Se puede ir a la oficina con una corbata de estampado floral en seda de garza. Unos gemelos siempre quedan “de lujo” y hay siempre y en todo momento que tener el modelo conveniente para cada traje. Lo mismo en contraste a las corbatas, porque es suficiente con tener una pequeña compilación de piezas pero, eso sí, con personalidad, donde lo primordial es que se distinga la calidad de su materiales.
No es fácil lograr ese efecto de menos es más. Los gemelos de modelos tipo botón son verdaderos comodines en el momento de vestir, dejando los de fantasía para ocasiones singulares y de gala. Unos gemelos en plata esterlina no deben faltar en el equipaje de un hombre de negocios.
Una de las primordiales preocupaciones de los ejecutivos es el estado en que llega su ropa a destino. El equipaje de un profesional es siempre de calidad, pero solo lo preciso para estar impecable en todas y cada una de las citas que tengamos agendadas. De poco sirve que metamos en la maleta el mejor traje si cuando vamos a ponerlo está repleto de arrugas. Son cada vez más las firmas que desarrollan sistemas de equipaje concebidos para sostener el traje en las mejores condiciones frente a las más desfavorables circunstancias.
Es la respuesta a las necesidades de aquellos que viajan por trabajo y procuran de llevar piezas que reúnan estilo y funcionalidad.
A la hora de administrar la jornada de trabajo, los ejecutivos apuestan fuerte por la tecnología y por los móviles. Primero fue el reinado de la BlackBerry, después llegaron los iPhone. Pronto se verían compitiendo con los Samsung. Ahora una nueva tendencia comienza a entronizar a los Google Pixel como de los mejores móviles para trabajar. Ya no es inverosímil ver a un ejecutivo con un estupendo traje a la medida hablando con un Google Pixel. El tres llega con una decidida apuesta por la inteligencia artificial en la telefonía. En especial las aplicaciones de Google Lens, útiles, por servirnos de un ejemplo, para explorar y traducir texto, o bien para crear un nuevo contacto con solo apuntar con la cámara a una tarjeta de visita. Pero no nos vayamos de tema…
Todo está cambiando, debido a la naturaleza alterable de los lugares de trabajo, que por lo general, van en favor de un entorno más informal. Por ejemplo en Wall Street, que ya no es lo que era, se actualizan y se ven menos trajes clásicos. Ahora lo que mola es llevarlos muy modernos y a la medida. Toca actualizarse.
El recién escogido presidente ejecutivo, David Solomon, tiene mucho que ver en esto de la renovación. Desde su aterrizaje ha probado tener una visión de la vida y los negocios poco acorde a los aires que se respiraban en Wall Street. Una de sus grandes aficiones es la música electrónica, así con eso te lo digo todo… Más de una vez se le ha visto a los mandos de una mesa de mezclas.
Por otro lado, Goldman Sachs lleva ensayando con una especie de paulatina supresión de algunos de los más rigurosos cánones de indumentaria. Y eso desde hace ya un tiempo. Se comenzó a abrir la mano con ciertos de sus empleados. Específicamente, con los más punteros, aquellos que pasaban las horas muertas en la división de tecnología y de negocios digitales.
Hubo ciertos roces entre aquéllos que pisaban parquet en raya diplomática y los que asistían a la oficina vestidos con una chaqueta y unos populares vaqueros. En interés del buen entorno, Solomon ha decidido democratizar la medida. Goldman compite en una guerra sin cuartel con otros bancos asentados en Wall Street. ¿Ganarán los más elegantes? ¿O serán aquellos que se pasan el día mirando pantallas y comiendo hamburguesas o pizza? ¿Será un híbrido de los dos quien finalmente se lleve el gato al agua? Pero todo esto pasará antes de que llegue un robot y les deje sin trabajo a todos y a todas. Señoras y señores, el Robotriarcado se aproxima a pasos de gigante, que nos pille bien vestidos, por lo menos…
