Cuando una empresa llega al punto de tener serios problemas de solvencia, el concurso de acreedores está “a la vuelta de la esquina”. Te contamos brevemente que es lo que es.
¿QUE ENTENDEMOS POR CONCURSO DE ACREEDORES?
El Concurso de Acreedores no es otra cosa que una herramienta o instrumento jurídico que tiene por objeto solventar los problemas de liquidez de una empresa que no encuentra la forma de atender eficazmente a sus pagos corrientes y al pago de sus deudas. Cuando una empresa no puede pagar sus deudas cuando estas vencen, cuando técnicamente se está en quiebra, el concurso de acreedores entra en escena.
Es una cuestión de capacidad de solvencia, Cuando una empresa no puede hacer frente a sus pagos de una forma generalizada entra en situación concursal. De esta forma se da respuesta a los acreedores, se negocia un Convenio para que los acreedores puedan cobrar de la mejor forma posible y al mismo tiempo pueda subsistir la empresa y consiga recuperarse de la situación crítica.
EN MANOS DE ESPECIALISTAS, LOS ABOGADOS CONCURSALISTAS
En este momento los deudores presentan su propuesta de pago contemplando una quita del importe total y una período de espera, y un calendario de pagos, que puede ser de hasta cinco años. Más o menos puede ser entendido también como una financiación gratuita de la deuda. Es verdad también que no siempre se consigue encontrar una solución positiva para las partes y es entonces cuando son necesarios los abogados concursalistas.
Habitualmente, el 90% de los Concursos de Acreedores terminan en liquidación, pues la continuidad de la empresa no es suficiente para dar sostenibilidad al Convenio suscrito con los acreedores. La falta de liquidez es factor común en tiempos de crisis y el continuar financiando las actividades empresariales se pone “muy cuesta arriba”. Los bancos son reacios a conceder nuevos créditos y, al final, es “la pescadilla que se muerde la cola”.
