El beneficio por la actividad pura de comercializar pólizas es escaso o bien inexistente para muchas pequeñas compañías. Los sustanciosos rendimientos financieros conseguidos otrora con sus inversiones, que les dejaron competir con guerras de costos, son inigualables con los presentes géneros de interés a ras de suelo.
Una realidad que hace que más del cuarenta por ciento de la industria sea a día de hoy inútil. No pueden hacer dinero con su actividad habitual, estima el servicio de estadísticas del campo Icea con datos del pasado mes de septiembre.
A falta de cómputos públicos personalizados, en el sector adivinan las fragilidades en el centenar largo de firmas más pequeñas, frente al buen desempeño de las grandes.
El estudio revela que el diez por ciento de las compañías, las de mayor dimensión, acaparan el sesenta y 2 con uno por ciento del beneficio con apenas un treinta y cinco con nueve por ciento de los ingresos. El noventa por ciento sobrante factura prácticamente 2 terceras partes, si bien con márgenes tan estrechos y con enorme complejidad para arañar unos resultados auxiliares por otras vías que ni tan siquiera se anotan el cuarenta por ciento de la ganancia sectorial.
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