Piratería, top manta. Por rarísimo que parezca, los piratas son algo real en el siglo XXI. Yates y navíos de carga son secuestrados y se solicita rescate por ellos. Sin embargo esto jamás ha pasado con un crucero. No obstante, han de estar preparados por si las moscas. Los pasajeros del ‘Sea Princess’ se sorprendieron cuando descubrieron las medidas que se toman: “No hay fiestas en la cubierta, ni películas bajo las estrellas. No hay bar nocturno al aire libre o bien baños en la piscina a la luz de la luna”, comentaba un convidado descubriendo las cautelas tomadas por la tripulación del navío. “No hay luces, ni entorno de celebración, todo en torno a la nave al ponerse el sol se cierra. Todas y cada una de las cortinas se echan o bien bajan las persianas”, agrega.
Un crucero que iba desde Miami a Lisboa tenía la cámara mortuoria llena y procuraron otros emplazamientos para guardar los cadáveres. John Henywell, un especialista en medidas en los cruceros, explica que “aparte de administrar vigilancia auxiliar las veinticuatro horas del día, se aconseja a los operadores poner alambre de espino y barreras electrizadas y encajar verjas sobre los ojos de buey. Asimismo se puede utilizar la manguera a presión para rehusar los ataques de pequeñas embarcaciones y empujar al agua a los asaltantes.
Se acostumbra a aconsejar que la tripulación lleve chalecos antibalas y cascos y resguardar las alas del puente con placas de acero o bien sacos de arena”. Otras medidas son menos eficaces. Existen cañones sónicos que pueden trasmitir un poderoso haz que haría que los oídos de los asaltantes sangrasen. O bien medidas más fáciles como en dos mil nueve, cuando los pasajeros lanzaron mesas y tumbonas para disuadir a los piratas somalíes que querían abordar el ‘MSC Melody’.
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