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¿Quién querría ser la ÚLTIMA PERSONA VIVA en la Tierra?

¿Quién querría ser la ÚLTIMA PERSONA VIVA en la Tierra? La ÚLTIMA PERSONA VIVA podría ser más vintage que futurista

Estamos en julio de 2025, en un planeta Tierra cubierto por el eco de voces que ya no existen. 🌍 El mundo ha callado, las ciudades se han vuelto museos de sí mismas, y en este escenario de apocalipsis futurista, se dibuja la figura solitaria de quien podría ser la última persona viva.

La imagen es potente. Una mezcla de épica desgarradora y cotidianidad absurda. Una sombra humana que camina entre estructuras intactas, pero vacías. Todo sigue encendido, funcionando, a medias. Las máquinas hacen su parte, fieles pero ciegas, ajenas a que su audiencia se ha esfumado. Mientras tanto, yo camino hacia el oeste. No por romanticismo. Por lógica solar. Porque si me queda algo de esperanza, la escondo en el sol.

¿Quién querría ser la ÚLTIMA PERSONA VIVA en la Tierra? 1

Origen: You wake up to a world where you are the last living person

Un viaje personal futurista hacia lo más primitivo

Lo primero que noto no es el silencio, sino el zumbido continuo de sistemas automáticos que aún creen tener un propósito. Ascensores que suben y bajan solos, refrigeradores que avisan su temperatura por una app que ya nadie consulta. Las luces de los semáforos cambian de color como si aún hubiera tráfico. Los anuncios en pantallas LED siguen vendiendo productos a una especie extinguida. Y yo, en medio de todo, con una mochila cargada de lo que sí importa: un viejo compás analógico, un panel solar portátil que aún respira energía, y una botella con filtro de agua que parece magia medieval.

Me niego a vivir como una extensión de las máquinas. Así que, a pesar de la ironía, me aferro a la tecnología solar portátil y al vintage analógico como mi única religión. Me convierto en mi propio arqueólogo, en el último habitante de un mundo donde todo está disponible, pero nada sirve si no puedes compartirlo.

«El fin del mundo no llega con una explosión, sino con un ‘bip’ solitario.»

No llevo fotos. Me niego a convertirme en ese cliché de quien revive una y otra vez lo perdido. En cambio, me armo con una cámara retro, de esas que necesitan carrete, que huelen a química y paciencia. Documentar lo que veo, no para otros, sino para no perderme a mí mismo. Esa es mi pequeña guerra contra el olvido. Mi documentación fotográfica retro se vuelve mi pasatiempo más urgente.


El arte de la supervivencia sin espectadores

Uno pensaría que sin humanidad, las leyes dejan de existir. Pero lo primero que aprendes cuando eres la última persona viva es que la única ley que queda en pie es la del instinto. No es “comer o ser comido”, sino algo más complejo: no perder la cabeza.

Hay días en los que todo parece lógico. Caminar, buscar comida en supermercados congelados, dormir bajo techos de oficinas abandonadas, limpiarme los dientes con bicarbonato, y cortar mi cabello con navajas oxidadas. Todo esto tiene sentido hasta que, sin razón, me sorprendo hablando solo. A veces con las estatuas. A veces con los árboles. O con un robot de limpieza que me sigue cada mañana por error.

«No estamos solos si aún hablamos con el mundo.»

Y aquí empieza el verdadero dilema: ¿puede alguien mantener su humanidad si ya no hay más humanidad? Yo digo que sí. Mientras tengas la capacidad de crear algo que no sea solo funcional. Mientras saques una foto sabiendo que nadie la verá, pero igual presiones el obturador. Eso, para mí, es el último acto de amor propio.


Tecnologías vintage como salvavidas de la especie

El futuro era brillante… hasta que se apagó. Ahora, el presente es oscuro y la esperanza, mecánica. Las tecnologías modernas—esas que dependían de actualizaciones, servidores y Wi-Fi—mueren sin asistencia. Pero ahí están las otras, las que no necesitan nada para seguir existiendo. El compás. La brújula. El reloj de cuerda. Una radio de manivela que aún me conecta con interferencias del más allá.

Las tecnologías vintage tienen algo que la inteligencia artificial nunca logrará: emoción. Están hechas para durar, no para impresionarte. Se pueden arreglar con herramientas simples. Se pueden entender sin tutoriales. Son resistentes porque fueron creadas por y para humanos de carne y hueso, no para redes neuronales que imitan sentimientos.

Y si algo aprendí, es que las alternativas tecnológicas sustentables no necesitan brillar. Solo necesitan sobrevivir.

👉 Como se explica en este artículo sobre supervivencia tecnológica, los sistemas más simples—paneles solares, filtros de carbón, captadores de lluvia—siguen funcionando incluso cuando nadie los supervisa. Por un tiempo, claro. Porque sin nosotros, todo empieza a oxidarse.


La IA puede simularnos, pero nunca reemplazarnos

A veces me pregunto si en algún rincón del mundo, una inteligencia artificial está tratando de recrear lo que fuimos. Quizá escanea fotos, analiza poemas, reproduce nuestros gestos con hologramas. Pero lo esencial se le escapa. Porque la vida humana no es reproducible. No hay algoritmo que capture ese instante irracional en el que decides escribir un verso en la arena, sabiendo que se lo llevará el viento. Eso es lo que nos hacía especiales.

Puede que los robots mantengan encendida la infraestructura. Puede que los satélites sigan girando, sin saber a quién le están enviando datos. Puede que haya un robot jardinero que riega un parque vacío. Pero eso no es vivir. Es simular. Y la simulación más perfecta sigue siendo una mentira elegante.


¿Cuánto tiempo más resistirá el legado humano?

Todo lo que creamos lleva un reloj interno. Algunas cosas duran más: los paneles solares, si no se ensucian demasiado, pueden seguir funcionando décadas. Un reloj mecánico puede andar mientras alguien le dé cuerda. Pero la tecnología moderna no fue diseñada para estar sola. La humedad, el polvo, los bichos… todo es enemigo de lo digital.

«La obsolescencia no es programada. Es inevitable.»

Las cosas retro, en cambio, parecen haber sido hechas para el abandono. Una bicicleta oxidada puede seguir andando. Un generador de manivela aún da luz. Un filtro de agua, si se limpia bien, puede seguir salvando vidas que ya no existen.

Y entonces entiendo: no era el futuro lo que teníamos que perseguir. Era el pasado. Ahí estaban las respuestas todo el tiempo.


“Camina hacia el sol. No porque te espere algo, sino porque ilumina mejor las ruinas.”


“La verdad espera. Solo la mentira tiene prisa.” (Proverbio tradicional)

“Y si el mundo se apaga, que me encuentre escribiendo.” (Idea inspirada en Emily Dickinson)


Frases para no olvidar

La última persona viva no necesita testigos, necesita motivos

En un apocalipsis futurista, sobrevivirá quien sepa ser vintage

Documentar el vacío es más humano que llenarlo de ruido


Mientras camino, me cruzo con sombras que no se mueven. Publicidades congeladas en un tiempo sin mercado. Robots limpiadores que barren el mismo polvo una y otra vez. Y yo, con mi cámara, tomo la foto. Clic. Tal vez un día alguien la vea. Tal vez no. Pero cada imagen que capturo es una prueba: sigo aquí.

Entonces, ¿quién querría ser la última persona viva? Tal vez nadie. Tal vez todos. Porque en ese extremo, lo único que queda es lo más humano: resistir.

¿Y si ese futuro vacío fuera solo una forma retro de volver a empezar?

Las ratas representan un riesgo sanitario y ambiental que debe controlarse

 

La presencia de ratas en zonas urbanas y rurales genera múltiples consecuencias negativas tanto para la salud pública como para el equilibrio ambiental. Estos roedores actúan como vectores de enfermedades, contaminan alimentos, dañan infraestructuras y alteran el ecosistema. Su capacidad de adaptación, su reproducción acelerada y la disponibilidad de refugios y comida han favorecido su expansión en distintas regiones.

Las desratizaciones son acciones específicas destinadas a reducir o eliminar la población de ratas en espacios públicos, viviendas, comercios, depósitos y sistemas de alcantarillado. Se trata de intervenciones que requieren conocimiento técnico, planificación y el uso responsable de productos rodenticidas. Estas campañas suelen estar a cargo de municipios o empresas especializadas, y su eficacia depende tanto de la estrategia aplicada como de la colaboración ciudadana.

Las ratas representan un riesgo sanitario y ambiental que debe controlarse 2

Uno de los principales problemas vinculados a la proliferación es la transmisión de enfermedades. Entre las más conocidas se encuentran la leptospirosis, la salmonelosis y la hantavirosis. Los contagios pueden producirse por contacto directo con los animales, a través de su orina, heces o mordeduras, o indirectamente mediante alimentos o agua contaminados. Por eso, la presencia de ratas en zonas habitadas representa un riesgo sanitario considerable.

Desde el punto de vista ambiental, estos roedores afectan la biodiversidad al competir con otras especies, destruir nidos o depredar animales más pequeños. También pueden alterar el equilibrio de ciertas cadenas alimenticias o introducir enfermedades en la fauna silvestre. En áreas rurales, los daños a cultivos, granos almacenados y sistemas de riego representan pérdidas económicas significativas.

Las causas de su expansión son diversas. Una de las principales es la acumulación de basura en la vía pública o en espacios sin control. Los restos orgánicos mal gestionados ofrecen alimento fácil y constante. Además, las construcciones abandonadas, los terrenos baldíos y las redes de alcantarillado sin mantenimiento adecuado proporcionan refugio y condiciones favorables para su reproducción.

El cambio climático también ha influido, ya que las temperaturas más altas prolongan los períodos de actividad y aceleran los ciclos reproductivos. A esto se suma la resistencia creciente a ciertos productos químicos, que obliga a revisar y adaptar las estrategias de control. Por esa razón, los especialistas recomiendan realizar diagnósticos previos, monitoreos constantes y la rotación de métodos para evitar que los roedores desarrollen inmunidad.

Las campañas de desratización deben incluir un enfoque integral. Esto implica combinar acciones químicas con medidas preventivas como el sellado de accesos, la limpieza de espacios, la eliminación de refugios y la educación de la población. En este contexto desde PestConsulting, explican: “Desde cebos ecológicos hasta trampas de última generación, estas soluciones permiten controlar las plagas de forma efectiva y responsable, priorizando la seguridad y el respeto por el entorno”.

Otro aspecto clave es la participación de la comunidad. La correcta disposición de residuos, el cierre de bolsas, el mantenimiento de patios y terrazas, y el control de filtraciones o desagües son prácticas que contribuyen significativamente a reducir las condiciones que favorecen la presencia de roedores. Las autoridades sanitarias insisten en que la prevención es tan importante como la intervención profesional.

Los entes gubernamentales suelen establecer protocolos específicos para zonas con alta densidad poblacional o infraestructura antigua. Las inspecciones periódicas y la respuesta rápida ante denuncias permiten reducir los focos de infestación antes de que se conviertan en un problema generalizado. Algunas ciudades también incorporan sensores y herramientas tecnológicas para mapear áreas críticas y mejorar la planificación de las intervenciones.

Controlar la presencia de ratas no solo es una medida sanitaria, sino también un acto de responsabilidad ambiental. Invertir en higiene urbana, mantenimiento de espacios y estrategias profesionales de desratización permite mejorar la calidad de vida, reducir riesgos para la salud y preservar el equilibrio ecológico en entornos urbanos y rurales.

 

La seguridad en el transporte de sustancias peligrosas requiere controles y normas estrictas

 

El traslado de mercancías peligrosas representa un proceso técnico que demanda el cumplimiento de normativas internacionales, como las certificaciones ISO 9001 e ISO 14001. Estos estándares aseguran que las empresas operen bajo criterios definidos de calidad y gestión ambiental. La homologación de los vehículos utilizados en estas tareas es clave para minimizar riesgos operativos y garantizar que el traslado de materiales potencialmente peligrosos se realice bajo condiciones seguras. Esta estrategia es parte del enfoque actual en logística, que prioriza la seguridad como un componente esencial.

El transporte de mercancías peligrosas en Tenerife ha adquirido mayor protagonismo en los últimos años, debido al incremento de la actividad industrial en la región. Las compañías que operan en este sector deben seguir normas específicas que regulan el traslado de sustancias clasificadas como peligrosas. Esto incluye no sólo la certificación de los rodados, sino también la capacitación del personal encargado de la manipulación y el traslado de estos productos. La conformidad con las regulaciones locales e internacionales es esencial para prevenir incidentes que podrían tener consecuencias graves.

La seguridad en el transporte de sustancias peligrosas requiere controles y normas estrictas 3

Uno de los factores que influye en la operación diaria es la percepción de seguridad por parte de los trabajadores y la comunidad. Saber que las unidades están homologadas y operan dentro de un marco normativo reduce el nivel de incertidumbre. Esta previsibilidad permite que los empleados desarrollen sus tareas con mayor concentración, evitando distracciones generadas por preocupaciones sobre la integridad del proceso. La estabilidad en el entorno laboral también impacta en el rendimiento operativo.

La formación continua es otro elemento indispensable. Las empresas deben ofrecer programas de capacitación actualizados, que incluyan no solo el manejo técnico de materiales peligrosos, sino también protocolos ante emergencias. La incorporación de procedimientos estandarizados y ejercicios prácticos mejora la capacidad de respuesta del personal. Este tipo de preparación puede marcar la diferencia en situaciones críticas, contribuyendo a la reducción de incidentes.

El desarrollo tecnológico también ha tenido un rol importante. La instalación de sistemas de monitoreo en tiempo real, herramientas de seguimiento de rutas y dispositivos avanzados permiten una mayor supervisión de las operaciones. Estas tecnologías no solo aumentan la eficiencia, sino que también mejoran el control del riesgo y disminuyen la posibilidad de fallos operativos. Además, se alinean con las exigencias actuales en materia de sostenibilidad y reducción del impacto ambiental.

“El cumplimiento normativo no sólo responde a obligaciones legales, sino que también construye una relación de confianza con el entorno social. Las empresas que comunican sus medidas de seguridad de forma clara y transparente generan mayor aceptación en las comunidades donde operan”, explican desde la empresa Transgar Canarias. Este enfoque también influye en la relación con clientes, quienes valoran el compromiso con prácticas responsables y alineadas con los estándares del sector.

Las autoridades regulatorias tienen un papel central en este esquema. Son responsables de establecer las condiciones mínimas de operación, realizar auditorías periódicas y supervisar el cumplimiento de los requisitos. La articulación entre el sector público y el privado permite mejorar los mecanismos de control, compartir información y reforzar la trazabilidad de las operaciones. Este trabajo conjunto contribuye a mantener niveles adecuados de seguridad en toda la cadena logística.

El futuro del sector dependerá de su capacidad para adaptarse a los cambios tecnológicos, normativos y ambientales. Las estrategias deberán centrarse en tres ejes principales: formación continua, incorporación de nuevas tecnologías y cumplimiento de estándares actualizados. Este modelo de trabajo no solo incrementa la seguridad en el presente, sino que también construye una base sólida para enfrentar los desafíos que puedan surgir en los próximos años.

 

Tracas de Fallas: entre la tradición y la seguridad

 

La llegada de las festividades falleras incrementa la emoción y la preparación. Un tema relevante en este período es la compra de la traca, un elemento esencial en eventos como la mascletà y la cremà. Este componente de pirotecnia no solo genera un ambiente festivo, sino que también representa una tradición y una celebración en Valencia. Esta sucesión de petardos unidos por una mecha, que explotan de forma continua y ruidosa, con su sonido y color, es fundamental para la experiencia colectiva que une a la comunidad en torno a estas festividades.

Encontrar el producto adecuado puede ser un desafío. Con la proximidad de las celebraciones, los consumidores deben equilibrar calidad y seguridad. Comprar traca en Valencia implica considerar factores como la procedencia y las garantías de los proveedores. Esta preocupación por la calidad y la normativa puede ser abrumadora, especialmente para quienes buscan disfrutar de la festividad sin complicaciones.

Tracas de Fallas: entre la tradición y la seguridad 4

La seguridad es un aspecto crucial. Los consumidores deben informarse sobre los estándares que rigen la venta, asegurándose de que cumplan con las normativas vigentes. Las opciones seguras pueden generar ansiedad, ya que es un componente fundamental para vivir plenamente la jornada. Elegir un buen proveedor es esencial para evitar incidentes y garantizar una celebración sin contratiempos.

La selección del material tiene implicaciones más allá de la compra. La elección adecuada puede influir en la experiencia colectiva de los asistentes. Un serpentín de petardos de calidad genera un ambiente festivo vibrante que potencia la conexión emocional. Este elemento sonoro y visual refuerza la cohesión social, transformando cada evento en una celebración compartida donde todos se sienten parte de la misma comunidad.

Además, es un símbolo de la cultura local que se transmite de generación en generación. Cada explosión evoca recuerdos y tradiciones, creando un lazo emocional con la historia de la festividad. En este sentido, no es solo una transacción, sino un acto que reafirma la identidad cultural de quienes participan en las celebraciones. Esto añade un nivel de significado a la actividad, al vincularla con la herencia colectiva de la localidad.

La planificación adecuada también es fundamental en la experiencia de las festividades. Los consumidores deben considerar no solo la cantidad necesaria, sino también el momento y el lugar de uso. La organización anticipada permite disfrutar de las celebraciones sin estrés, asegurando que todos los elementos estén listos para el día. Esta preparación contribuye a un ambiente festivo más relajado y agradable.

“El consumo responsable es un aspecto a tener en cuenta. Al elegir tracas que cumplan con estándares de calidad y seguridad, los consumidores no solo se protegen, sino que también apoyan a proveedores locales que se esfuerzan por ofrecer productos de calidad”, explican desde la empresa Petardos Campanar. Este enfoque consciente fortalece la economía local y fomenta prácticas comerciales éticas en el contexto de las festividades.

En esencia, más que un simple producto de pirotecnia; es un componente integral de la cultura fallera. Al participar en su uso, los ciudadanos no solo celebran, sino que también contribuyen a la perpetuación de una tradición que enriquece su vida comunitaria. La importancia de elegir bien se convierte en un acto de responsabilidad colectiva y orgullo cultural.

Su adquisición se manifiesta como una expresión de compromiso con las tradiciones locales y el bienestar de la comunidad. A través de una elección cuidadosa y responsable, los ciudadanos pueden disfrutar de una celebración plena, donde cada explosión se convierte en un recordatorio del valor de la cultura compartida. La traca, lejos de ser solo un estruendo, se convierte en el hilo que une a las personas en una experiencia colectiva inolvidable.

 

¿Quién dijo que la SUPERACIÓN PERSONAL tiene fecha de caducidad?

¿Quién dijo que la SUPERACIÓN PERSONAL tiene fecha de caducidad? La SUPERACIÓN PERSONAL también se escribe con arrugas y carcajadas

La superación personal no empieza con una libreta de objetivos ni con el sonido místico de una meditación guiada. Empieza, muchas veces, con una carcajada desafiante, un “¿y por qué no?” bien lanzado, y una taza de café fuerte. Empieza cuando decides que la vida, con sus cicatrices, sus facturas y sus achaques, no te ha vencido, sino que simplemente ha afinado tu guion.

Sí, la superación personal también es eso: un acto de escenografía vital, de dirección artística de uno mismo, donde el aplauso no siempre es colectivo, pero el protagonista siempre eres tú.

«Lo normal es una ilusión. Lo que es normal para la araña es un caos para la mosca.»

No sé si fue la edad, una ruptura inesperada o simplemente un bostezo existencial, pero hubo un día en que entendí que ser olvidado es fácil, pero ser inolvidable es un arte. Y el arte, como bien saben los que alguna vez se dejaron llevar por él, siempre incluye algo de dolor, algo de delirio y un par de zapatos incómodos.

A muchos les aterra cumplir años. No por las arrugas o las canas —esas son medallas—, sino por la invisibilidad. Una especie de hechizo social que te convierte en sombra justo cuando más historias tienes para contar. Pero no todos aceptamos desaparecer sin hacer ruido. Algunos decidimos hacer de cada entrada un espectáculo, de cada silencio un arma, y de cada conversación una escena que no se pueda rebobinar.

¿Quién dijo que la SUPERACIÓN PERSONAL tiene fecha de caducidad? 5

«La curiosidad es la droga social más potente y barata.»

Hay quien entra a una habitación como quien busca asiento en un funeral. Yo prefiero entrar como si fuera a probar suerte en un duelo de pistoleros excéntricos del Lejano Oeste. ¿La clave? Confundir. Descolocar. Provocar. Si te presentas diciendo que una vez te echaron de una escuela de mimo, no solo rompes el hielo, lo fundes, lo reciclas y lo sirves en un cóctel con aceituna.

La superación personal, después de los 60, es menos sobre escalar montañas y más sobre saberte el camino de regreso… y escoger otro. Es el momento en que te das cuenta de que puedes ser sabio y ridículo, profundo y absurdo, elegante y salvaje. Y lo mejor: ya no necesitas pedir permiso.

«No se trata de ser conocido, sino de ser sospechoso de algo fabuloso.»

¿Te has fijado alguna vez en esa persona que, en medio de una cena aburrida, saca del bolsillo una pequeña caja de madera y dice que guarda allí arrepentimientos? ¿O en quien lleva una pluma enorme en el sombrero y te asegura que pertenece a un ave que solo vuela en los sueños de los valientes? Esa persona entiende el juego.

La superación personal no es solo transformación. Es transgresión emocional.
Romper las reglas con dulzura. Bailar en bodas ajenas. Preguntar lo que nadie se atreve. Citar a Morticia Addams y a Heráclito en la misma conversación. Sonreír como si supieras algo que los demás olvidaron.

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En vez de obsesionarse con la apariencia o el “éxito” según los manuales motivacionales, algunos descubren el placer de ser deliciosamente difíciles de clasificar. Porque cuando no cabes en una categoría, nadie te archiva. Y eso, querido lector, es libertad.

«La gente no quiere ser impresionada, quiere ser contagiada.»

Me contaron una vez la historia de Marian Elliott. Tenía 60 años, una soledad recién estrenada y un miedo que podía servir de abrigo. Pero algo dentro de ella —quizá la necesidad de no morirse sin haber reído con ganas— la empujó hacia delante. Aprendió un nuevo idioma. Adoptó un perro. Se compró una casa. Escribió. Y, sobre todo, se escribió a sí misma desde otro género: no como drama, sino como aventura.

Ese es el núcleo de todo esto. No se trata de hacer alarde de resiliencia o de convertir las penas en trofeos. Se trata de elegir el género de tu historia después del nudo. ¿Va a ser comedia romántica? ¿Tragicomedia musical? ¿Película de culto que nadie entiende del todo pero todos recuerdan?

Mantente actualizado, pero con excentricidad

Y, por favor, que no se te ocurra presumir de no conocer a Taylor Swift. Hazlo mejor: habla de la poesía generada por inteligencia artificial en lenguas muertas, o del beatboxer finlandés que mezcla sus ritmos con sonidos de ballena. La superación personal no es estar al día, es estar despierto. Es saber cosas inútiles con tanto entusiasmo que te vuelves imprescindible.

Y cuando parezca que ya has mostrado todas tus cartas, desaparece. Así, sin más. Como si el telón cayera a mitad del aplauso. La desaparición en el clímax no es cobardía: es estrategia narrativa. Te vuelves mito, no rutina.

El misterio y la cita inesperada: dinamita social

No subestimes el poder de una frase inesperada en el momento justo. Una cita afilada puede abrir más puertas que un currículum entero. ¿Quieres que te recuerden? Di: “Lo que es normal para la araña es un caos para la mosca” mientras cortas la carne en una cena de etiqueta. Luego guarda silencio. Deja que el misterio haga el resto.

El misterio no es esconderse. Es brillar en sombras. Es sugerir, no declarar. Es ese arte olvidado de dejar cabos sueltos para que los demás quieran atarlos contigo.

“El misterio funciona como el perfume: no se ve, pero se siente.”

Reinventarse después del dolor: el backstage de la superación

Claro que duele. Reinventarse siempre es un proceso que cruje. Pero como decía mi abuela, “más duelen los años sin ganas que las rodillas”. El verdadero secreto de la superación personal es atreverse a desear otra vez, incluso cuando uno ya sabe lo que puede perder.

Perder el miedo a no ser “digno” de una nueva vida, de un nuevo amor, de un nuevo ridículo. Atreverse a hacer el ridículo después de los 60 es casi revolucionario. Pero ya dijimos que no íbamos a usar esa palabra, así que digamos mejor que es natural. Tan natural como reírte de ti mismo cuando tus caderas suenan como castañuelas al cruzar la sala.

¿Y ahora qué?

Ya sabes que no se trata de volverse “cool”, sino de volverse inolvidable. Que la superación personal no es un destino, sino un camino lleno de citas absurdas, desapariciones elegantes, objetos misteriosos y silencios que hablan.

Entonces dime:
¿Vas a esperar a que alguien te devuelva el protagonismo, o vas a irrumpir en la escena con un sombrero ridículo y una historia que nadie pidió pero todos recordarán?


“La libertad duele, pero también es hermosa.”

“La segunda mitad de la vida no es una secuela. Es otro género.”


Enlaces:

  • Más ideas extravagantes para ser inolvidable aquí.

  • La inspiradora historia de Marian y cómo reconstruyó su mundo aquí.

Mantenimiento de escaleras mecánicas como medida de seguridad y funcionamiento eficiente

 

El mantenimiento es una tarea fundamental para garantizar su operatividad y seguridad, especialmente en espacios públicos con alta circulación. La limpieza regular de estas estructuras permite evitar la acumulación de grasa, polvo y residuos que, con el tiempo, pueden afectar tanto su rendimiento como la seguridad de los usuarios. Para lograr un resultado efectivo, se requiere el uso de productos adecuados y procedimientos que no interfieran con el funcionamiento cotidiano del sistema.

La limpieza de escaleras mecánicas en Madrid ha adquirido mayor relevancia ante el aumento del tránsito en el transporte público y otras áreas de uso intensivo. Estos dispositivos, presentes en estaciones, centros comerciales y edificios de oficinas, cumplen un rol clave en la movilidad urbana. Mantenerlos en óptimas condiciones no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también es un signo de compromiso con la calidad del servicio. La realización periódica de estas tareas responde a una necesidad operativa que se ha vuelto parte de la gestión básica de las instalaciones.

Mantenimiento de escaleras mecánicas como medida de seguridad y funcionamiento eficiente 7

Uno de los principales beneficios del mantenimiento programado es la prolongación de la vida útil del equipo. La acumulación de suciedad en los mecanismos internos puede generar un desgaste acelerado de componentes y aumentar la frecuencia de fallos. Un sistema que recibe una limpieza adecuada opera con mayor eficiencia y demanda menos intervenciones técnicas a lo largo del tiempo. Esta estrategia preventiva representa un ahorro económico y reduce la necesidad de interrupciones por reparaciones.

Otro aspecto central es la prevención de accidentes. Escaleras limpias disminuyen el riesgo de caídas o deslizamientos, especialmente en zonas de alto tránsito. La presencia de residuos en las superficies móviles puede convertirse en un factor de riesgo para los usuarios. Desde la empresa Consivermas explican que: “La implementación de programas de mantenimiento adecuados contribuye a minimizar este tipo de incidentes, reduciendo también los costes asociados a seguros o reclamaciones por daños”.

Para asegurar un proceso efectivo, es necesario establecer un calendario regular de intervención. La programación periódica permite realizar tareas sin afectar el funcionamiento general del espacio. La capacitación del personal encargado también es relevante: técnicos formados conocen los métodos y productos adecuados para cada situación, lo que evita posibles daños al sistema. La combinación de planificación y formación garantiza un resultado consistente y reduce los tiempos de inactividad.

El desarrollo tecnológico ha facilitado nuevas formas de intervención más rápidas y precisas. Equipos especializados permiten acceder a zonas complejas de los mecanismos, eliminando residuos acumulados sin necesidad de desmontar partes esenciales. Estas tecnologías han optimizado los tiempos de trabajo y mejorado la calidad del mantenimiento. Su implementación se ha extendido en entornos donde el uso intensivo requiere procesos de alta eficiencia.

En paralelo, los criterios medioambientales han empezado a tener un rol más visible. Algunas empresas han incorporado productos de limpieza con bajo impacto ecológico y técnicas que reducen el consumo de agua y otros recursos. Este enfoque responde tanto a exigencias normativas como a una demanda creciente por parte de usuarios y administraciones, que buscan prácticas más sostenibles en la gestión de infraestructuras públicas.

El sector del mantenimiento continúa adaptándose a nuevos desafíos. La combinación entre avances técnicos, requisitos de seguridad y criterios de sostenibilidad establece un nuevo estándar para estas tareas. Mantener en condiciones adecuadas este tipo de equipos es una responsabilidad compartida entre operadores, contratistas y autoridades, que impacta directamente en la seguridad y en la calidad del servicio que se ofrece a la ciudadanía.

Con el crecimiento constante del uso de instalaciones automatizadas, la limpieza y el mantenimiento de escaleras mecánicas seguirán siendo una necesidad prioritaria en la gestión de espacios urbanos. La actualización de protocolos y la incorporación de tecnologías más eficientes permitirán enfrentar las exigencias futuras de manera más eficaz.

 

La limpieza de escaleras mejora la seguridad y el bienestar en edificios residenciales

 

La higiene en espacios comunes es un aspecto clave en la gestión de edificios residenciales. Las escaleras, al ser zonas de uso frecuente, requieren una atención constante. Su limpieza no solo responde a una cuestión de orden, sino que también es una medida preventiva frente a la acumulación de polvo, suciedad y agentes patógenos. Además, reduce el riesgo de accidentes provocados por superficies resbaladizas, especialmente en comunidades con un tránsito elevado de personas.

En este contexto, la limpieza de escaleras en comunidades cumple un rol central en la promoción del bienestar general. Estos espacios, al igual que los portales y pasillos, son puntos de contacto habituales. Mantener estos sectores en buenas condiciones refleja una actitud responsable por parte de los vecinos. También contribuye a una mejor convivencia, ya que el entorno limpio facilita las relaciones cotidianas entre residentes y fomenta la cooperación.

La limpieza de escaleras mejora la seguridad y el bienestar en edificios residenciales 8

Un elemento importante dentro de esta tarea es la elección de productos adecuados. En los últimos años, el mercado ha incorporado opciones más seguras y respetuosas con el medio ambiente. Los limpiadores certificados como ecológicos permiten un saneamiento efectivo sin afectar negativamente la calidad del aire o las superficies. Estas alternativas cumplen una doble función: eliminan bacterias y residuos sin comprometer la salud de quienes circulan por estos espacios.

La normativa vigente también incide en este tipo de actividades. Existen leyes y reglamentos que establecen pautas sobre el mantenimiento de zonas comunes, con énfasis en el uso de insumos no contaminantes y métodos seguros. La legislación busca garantizar condiciones sanitarias básicas, especialmente en propiedades colectivas, donde la responsabilidad se distribuye entre distintos actores. Estas disposiciones fortalecen las prácticas sostenibles y estandarizan criterios de aseo.

El mantenimiento periódico requiere una coordinación clara entre administradores y propietarios. Definir responsabilidades y establecer rutinas permite sostener resultados en el tiempo. Este trabajo conjunto mejora la eficiencia de las tareas y evita que se descuiden aspectos clave. La colaboración es fundamental para lograr una gestión más ordenada y eficaz, que responda a las necesidades de todos los residentes.

Invertir en este tipo de acciones no solo tiene un impacto funcional. Los edificios que las priorizan en sus áreas comunes suelen ofrecer mejores condiciones de habitabilidad. Esto incluye beneficios directos para quienes viven allí, como un ambiente más seguro y condiciones más saludables. Además, se reducen los reclamos y se optimiza la administración de recursos.

Para lograr resultados constantes, es necesario implementar un plan estructurado. Esto implica diseñar un calendario con frecuencia definida, tareas específicas y supervisión. La claridad en la asignación de roles permite que no se omitan detalles importantes. Un enfoque sistemático también facilita la adaptación ante necesidades puntuales o eventos imprevistos.

Otro aspecto a considerar es el impacto que estas acciones tienen sobre la percepción del entorno. Un espacio común bien mantenido genera una impresión positiva entre residentes y visitantes. En este contexto, desde la empresa Limpiezas Canal, explican que “la higiene también puede influir en el valor de las unidades del edificio, ya que el estado general de conservación es un factor relevante al momento de evaluar una propiedad. La limpieza, por lo tanto, no es un gasto, sino una inversión en la calidad del hábitat”.

Mantener las escaleras y otras áreas comunes limpias es una tarea de gestión básica que tiene efectos concretos en la salud, la seguridad y la convivencia. Al establecer procesos claros, utilizar productos adecuados y promover la participación activa, es posible mejorar de forma sostenida las condiciones de los espacios compartidos. La higiene en estos sectores no debe considerarse un detalle menor, sino una medida necesaria para garantizar el bienestar colectivo.

 

El Lado Oscuro de Endesa: Denuncias y Abusos

¿Qué hay detrás de las denuncias contra ENDESA? El lado oscuro de ENDESA en el futuro eléctrico español

Si alguna vez te has preguntado por el verdadero rostro de ENDESA, prepárate, porque aquí nada es tan transparente como una factura de la luz. Navegar el universo de las grandes eléctricas es lanzarse a una odisea moderna, donde el minotauro ya no guarda el laberinto, sino la centralita de atención al cliente. Así empieza la leyenda, y sí, aquí la palabra clave es ENDESA. Y si piensas que todo esto son quejas aisladas, espera a conocer los detalles de una historia que supera cualquier manual de paciencia.

No exagero si digo que hay algo de tragicómico en este asunto. Es como aquel viejo chiste de “entra un cliente a una oficina de Endesa y… nunca más se supo de él”. ENDESA, ese coloso con pies de papel, ha sabido ganarse un puesto en el podio de los grandes relatos de terror doméstico. Solo que aquí, los sustos vienen en forma de facturas, llamadas insistentes y respuestas automáticas que harían palidecer de envidia a la mismísima Inteligencia Artificial.

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Fantasmas en la factura, promesas al viento

El mito de la facturación fantasma es ya materia de foros y sobremesas indignadas. Hace tiempo, escuché la historia de un agricultor —de esos que solo quieren regar sus campos y pagar por el agua y la luz que usan, no por todo el Nilo—. Él, como tantos otros, pasó dos años sin recibir ni rastro de factura, como si la energía consumida se evaporara en el éter administrativo. Y de pronto, el tsunami: todas las facturas juntas, como si el mismísimo Cronos hubiera decidido que era el momento de ajustar cuentas, con más de cuatro mil euros en una sola embestida (fuente).

La historia se repite en bucle. Dieciséis meses sin recibir una sola factura y, de repente, ¡zas!, el golpe en el banco. La respuesta de ENDESA es tan habitual que casi suena a frase hecha: “incidencias técnicas”. Como si el sistema tuviese alergia al botón de imprimir facturas a tiempo. Qué ironía: una de las empresas más grandes del país tropezando siempre con la misma piedra, mientras la cuenta corriente del usuario baila una jota de terror.

Pero aquí viene el primer “pero también”: la demora nunca llega sola. El cliente, por supuesto, se enfrenta a intereses, amenazas de corte y una sensación de orfandad legal digna de los viejos westerns, solo que ahora el sheriff es la CNMC y dispara multas, no balas.

El ejército invisible de los números spam

Si alguna vez has sentido esa vibración extraña en el móvil, esa llamada a horas absurdas con prefijos sospechosos, seguro que el espectro de ENDESA estaba al otro lado del hilo. Porque si hay algo que los usuarios no olvidan, es el asedio telefónico. Y no hablo de la llamada ocasional para ofrecerte un descuento. No, esto va más allá: hablamos de un asalto sistemático, de números que brotan en tu agenda como hongos tras la lluvia, y de un ejército de teleoperadores que, en ocasiones, ni siquiera son realmente de la compañía (fuente).

La Ley Robinson —qué nombre tan evocador para una norma que debería protegerte en tu isla privada del spam— parece letra muerta frente a la realidad. ENDESA y sus aliados telefónicos la sortean como quien juega al escondite: «¿Me permite un minuto? Soy de ENDESA…» Y detrás, la amenaza sutil, el miedo a quedarte sin luz, la presión para que firmes un contrato que ni recuerdas haber pedido (fuente).

“Te llaman, te insisten, y te presionan como si tu tranquilidad fuera un lujo prescindible.”

Una vez, un conocido me confesó que cambió de número solo para escapar del acoso comercial. Y no, no funcionó: el spam le siguió como una sombra fiel.

Atención al cliente, esa criatura mítica

Si esperas que la atención al cliente de ENDESA sea el oasis en medio del desierto, permíteme que te devuelva a la realidad. Lo más probable es que encuentres un muro de respuestas automáticas, fórmulas calcadas una y otra vez, y una paciencia puesta a prueba con cada “te agradecemos que contactes con nosotros, seguimos trabajando en ello” (fuente). Qué forma más poética de decir “no tenemos ni idea, pero seguimos aquí”.

En el salón de la OCU, la lista de reclamaciones se estira como una cinta de correr averiada: más de mil cien casos solo en la rama de distribución eléctrica (fuente). Dicen que el 86% de las quejas se cierran. ¿Y el otro catorce? Tal vez duermen el sueño de los justos en alguna base de datos olvidada.

He llegado a pensar que algunas respuestas automáticas tienen alma. Porque siempre aciertan a aparecer en el peor momento y, como el Guadiana, desaparecen cuando más las necesitas. Como si la atención real fuese un unicornio: todos hablan de ella, nadie la ha visto nunca.

La CNMC saca la lupa y la billetera

Aquí es donde el guion da un giro. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), a menudo tan invisible como los contratos de permanencia, ha empezado a dejar su huella en el balance de ENDESA. Sanciones de cientos de miles de euros caen sobre la compañía como si fueran lluvia ácida.

No hablo solo de multitas simbólicas. En febrero de 2025, la CNMC impuso una multa de 480.000 euros por omitir información relevante en las facturas (fuente), una de esas sanciones que no salen en los anuncios, pero sí en los resúmenes de prensa económica. El caso más pintoresco es el de la contratación con una persona fallecida, penalizado con 300.000 euros (fuente). ¿Quién dijo que los muertos no pagan impuestos? En ENDESA, por lo visto, tampoco se libran de las sorpresas.

FACUA-Consumidores en Acción no se queda atrás, y su último golpe de efecto es la denuncia por el famoso “abono por calidad individual”, ese concepto misterioso que aparece en las facturas como si fuera la rúbrica de un mago invisible (fuente).

“El arte de la confusión tiene tarifa propia en el recibo de la luz.”

La factura, ese jeroglífico contemporáneo

Nunca un papel (o PDF) causó tanto desconcierto como la factura de ENDESA. Hay quien dice que entenderla exige un máster en traducción simultánea. Los conceptos se multiplican, los importes bailan, y el “abono por calidad individual” es solo la guinda de un pastel de conceptos difusos. Un juego de espejos donde la transparencia se refleja, pero nunca se alcanza del todo (fuente).

¿Y el QR para comparar ofertas? Exigido por la CNMC, ignorado por ENDESA. Dicen que la tecnología nos facilita la vida, pero aquí más bien se utiliza para enredar al cliente en una telaraña de términos opacos y accesos limitados (fuente).

En este tablero, la confusión no es casualidad. Es estrategia. La claridad no vende, el misterio sí.

Derechos del consumidor, el último muro

Pero no todo está perdido. Cuando crees que estás solo ante el peligro, aparecen las herramientas de defensa, aunque a veces su eficacia dependa de la buena voluntad de quienes deben hacerlas cumplir. La famosa Lista Robinson suena a refugio seguro contra las llamadas no deseadas, pero si la empresa decide ignorarla, se convierte en papel mojado (fuente).

¿Reclamar? Sí, puedes, y hasta tienes instrucciones detalladas (fuente), pero prepárate para una gincana de formularios, llamadas, y, a veces, silencios eternos.
Como se explica en esta entrevista, a veces la mejor defensa es la perseverancia del cliente indignado (fuente). La CNMC, la OCU, FACUA y hasta los juzgados son los últimos bastiones en una guerra de desgaste que nunca parece acabar del todo.

“Quien calla, paga. Quien grita, espera. Quien reclama, a veces, gana.”

“El que algo quiere, algo le cuesta… sobre todo si se trata de electricidad.”

Ecos de futuro, nostalgia de justicia

Lo realmente inquietante de la historia de ENDESA no es solo el volumen de quejas, ni la acumulación de sanciones. Es la sospecha, cada vez más extendida, de que el maltrato al cliente está integrado en el propio modelo de negocio. Maximizar el beneficio, minimizar la transparencia y, si hace falta, asumir alguna multa.
En los últimos tiempos, el mercado ha empezado a devolver la jugada: la pérdida de medio millón de clientes en un solo año es el síntoma de una paciencia que se agota (fuente). Los consumidores, al final, han encontrado una venganza silenciosa: la fuga masiva, el cambio de proveedor, la búsqueda de un trato más humano, aunque sea en otra jungla.

“¿Estamos ante el principio del fin de la impunidad eléctrica?”

La verdad espera. Solo la mentira tiene prisa. (Proverbio tradicional)

“En la factura, como en la vida, todo lo que no se entiende suele salir caro.”

Y así, mientras la gran eléctrica se reinventa a golpe de nota de prensa y promesas de renovación, los consumidores miran con escepticismo el futuro. ¿Habrá un tiempo en que la factura sea clara, la llamada puntual y el trato honesto? ¿O estamos condenados a repetir la historia, solo que con nuevas excusas y viejos trucos?

Por ahora, lo único seguro es que la relación entre ENDESA y sus clientes seguirá siendo un tira y afloja eterno, una tragicomedia nacional escrita a base de reclamaciones, multas, y facturas que nunca llegan… hasta que llegan todas juntas. ¿Quién será el próximo en descifrar el enigma eléctrico? ¿Y tú, cuánto tiempo resistirás antes de buscar otra salida?

Equipamiento adecuado garantiza mayor seguridad y control al conducir motocicletas

 

El uso de motocicletas como medio de transporte o actividad recreativa requiere medidas específicas de seguridad que no deben subestimarse. Uno de los factores clave es contar con el equipamiento adecuado para proteger el cuerpo ante posibles caídas o impactos. La indumentaria técnica está diseñada para reducir riesgos y mejorar la visibilidad y el confort durante el trayecto, independientemente del tipo de viaje o las condiciones del entorno.

La venta de chaqueta para moto ha crecido de manera sostenida, impulsada por una mayor conciencia sobre la seguridad vial y la funcionalidad de estos productos. Este tipo de prenda no solo protege del clima, sino que está fabricada con materiales resistentes a la abrasión y puede incluir protecciones en zonas clave como hombros, codos y espalda. Existen distintos modelos según el uso: urbano, touring o deportivo. La elección adecuada depende del tipo de conducción y la frecuencia con que se utiliza.

Equipamiento adecuado garantiza mayor seguridad y control al conducir motocicletas 10

El casco es el elemento principal en términos de protección. Su uso es obligatorio en la mayoría de los países y su función es evitar lesiones graves en caso de accidente. Hay varios tipos disponibles: integral, modular, jet o de motocross, cada uno con características específicas. Lo fundamental es que cumpla con normas de homologación, se ajuste correctamente a la cabeza y se mantenga en buen estado. Cambiar el casco después de una caída o tras varios años de uso es una medida recomendada por los fabricantes.

Los guantes también cumplen una función preventiva importante. Protegen las manos no solo de impactos y abrasiones, sino también del clima, mejorando el control sobre el manillar. Los modelos actuales suelen incorporar protecciones rígidas o reforzadas en los nudillos y la palma. Además, hay versiones diseñadas para distintas temperaturas, con materiales impermeables o ventilados. Utilizar guantes adecuados permite una mejor adherencia y reduce la fatiga durante recorridos largos.

Otro accesorio esencial son los pantalones técnicos. A diferencia de los jeans o prendas comunes, estos están confeccionados con tejidos resistentes y suelen incorporar protecciones en caderas y rodillas. Algunos modelos están pensados para el uso diario y combinan estética con funcionalidad, facilitando su integración en la rutina sin perder eficacia. También existen pantalones impermeables o desmontables, útiles en condiciones variables.

Desde Tecnoescape Bike, explican: “El calzado debe ofrecer soporte, protección y agarre. Las botas para moto cubren el tobillo y están diseñadas para evitar torsiones, resbalones o quemaduras por contacto con partes calientes del vehículo”. Existen diferentes estilos, desde deportivos hasta urbanos, pero todos deben cumplir con ciertos requisitos de seguridad. El calzado incorrecto puede comprometer la estabilidad y aumentar el riesgo de lesiones en los pies y piernas.

Además de los elementos de protección corporal, los lentes o visores son necesarios para garantizar buena visibilidad. Estos protegen de polvo, viento, insectos y reflejos solares. Algunos cascos incluyen visores integrados, mientras que en otros casos se utilizan gafas especiales. Es importante que no se empañen y que ofrezcan protección UV. La visión clara es determinante para reaccionar correctamente ante imprevistos.

Utilizar el equipamiento adecuado no solo mejora la seguridad, sino que también influye en la comodidad general durante el trayecto. La ropa técnica ayuda a mantener la temperatura corporal, facilita los movimientos y permite al conductor enfocarse en la conducción sin distracciones. A medida que aumenta la oferta de productos en el mercado, se vuelve más accesible encontrar opciones que se adapten al presupuesto y necesidades de cada usuario.

Promover una cultura de responsabilidad al conducir incluye tomar decisiones conscientes sobre el uso de la vestimenta indicada. Más allá de lo que exige la ley, el compromiso personal con la seguridad es un factor determinante en la reducción de accidentes y lesiones. Equiparse correctamente no es una opción menor, sino parte esencial del hábito de conducción segura.

 

Videoporteros y cámaras como herramientas clave en la gestión de la seguridad

 

Los sistemas de videoportero y videovigilancia han ganado relevancia en entornos residenciales y comerciales, ofreciendo una forma concreta de controlar accesos y registrar movimientos. La posibilidad de ver y comunicarse con quien se encuentra en la entrada, sin necesidad de abrir la puerta, se ha convertido en una función valorada por usuarios que buscan prevenir situaciones de riesgo.

La instalación videoportero permite observar el ingreso a una propiedad desde dispositivos móviles o pantallas fijas dentro del hogar o negocio. Esto elimina la necesidad de acercarse a la puerta, lo que es especialmente valioso en situaciones en las que puede haber inquietud sobre la identidad de la persona que llama. Además, muchos modelos cuentan con funciones de grabación, lo que permite revisar las imágenes en caso de cualquier incidente. La conectividad con teléfonos inteligentes y tablets ha ampliado la funcionalidad de estos equipos, integrándose a las rutinas cotidianas.

Videoporteros y cámaras como herramientas clave en la gestión de la seguridad 11

En paralelo, las cámaras de vigilancia han mejorado en calidad de imagen, almacenamiento y detección de movimientos. Los modelos actuales permiten registrar en alta definición y en condiciones de baja luz, lo que facilita el seguimiento de eventos durante todo el día. Estas prestaciones son determinantes a la hora de identificar personas o situaciones que podrían representar una amenaza.

Los sistemas integrados, que combinan dispositivos de control visual con plataformas digitales, han modificado el enfoque de quienes buscan soluciones de seguridad. La posibilidad de acceder a imágenes en tiempo real y revisar grabaciones desde cualquier lugar permite un seguimiento constante. Esto ha influido en la manera en que propietarios y responsables de comercios toman decisiones ante eventos inesperados.

El desarrollo de software específico ha acompañado este crecimiento. Existen herramientas básicas, pensadas para necesidades puntuales, y soluciones más completas que integran videoporteros, alarmas y sensores. En este sentido, en Electrónica Sarroyo, explican: “Esta variedad facilita que los usuarios elijan el equipamiento más adecuado, tanto desde el punto de vista técnico como presupuestario. La adaptación del sistema al espacio físico y a la dinámica del lugar es un aspecto a tener en cuenta al momento de su elección”.

El avance tecnológico también ha simplificado el proceso de instalación. Muchos equipos actuales son de tipo inalámbrico o con instalaciones mínimas, lo que reduce el tiempo de implementación y los costos asociados. La compatibilidad con otros elementos del hogar, como cerraduras electrónicas o asistentes virtuales, permite un funcionamiento coordinado entre diferentes dispositivos.

El uso de estos sistemas requiere de cierta capacitación por parte del usuario. Conocer cómo se accede a las grabaciones, qué opciones de configuración existen o cómo actuar frente a una alerta son aspectos que pueden determinar el éxito del sistema. En este sentido, algunos proveedores incluyen instructivos y asesoramiento para optimizar el uso de las funciones disponibles.

La incorporación de dispositivos de control de acceso y vigilancia se ha consolidado como parte de las estrategias de seguridad en contextos urbanos. Su implementación no solo responde a la necesidad de prevención, sino también a una gestión más activa de lo que ocurre en el entorno inmediato. Frente a escenarios de inseguridad o incertidumbre, estos sistemas permiten contar con evidencia registrada y una respuesta más rápida ante cualquier incidente.

El crecimiento del sector muestra una tendencia sostenida, con mejoras constantes en tecnología, conectividad y adaptabilidad. La elección de un sistema de videoportero o cámaras debe estar guiada por criterios objetivos, como el tipo de inmueble, la rutina de los ocupantes y el nivel de exposición al riesgo. Con una planificación adecuada, estos dispositivos cumplen un papel concreto en la protección de personas y bienes.

 

Evolución del oficio de cerrajero y su rol en la seguridad actual

 

La cerrajería es una profesión con siglos de historia que ha acompañado el desarrollo de las sociedades en su necesidad de resguardar bienes y espacios. Desde las primeras civilizaciones, como la egipcia y la romana, estos trabajadores han cumplido una función clave en la implementación de mecanismos de protección. A lo largo del tiempo, el oficio ha transitado por múltiples transformaciones, pero su finalidad de brindar seguridad se mantiene vigente.

Hoy, profesionales como los cerrajeros en Valladolid 24 horas representan la continuidad de este oficio. Su tarea ya no se limita a la apertura o reparación de cerraduras tradicionales, sino que incluye una gama amplia de servicios, como la instalación de sistemas de cierre modernos, el reemplazo urgente de componentes averiados y la asistencia permanente ante emergencias. Esta disponibilidad constante es un elemento clave en el contexto actual, donde la seguridad se considera un aspecto prioritario para hogares y empresas.

Evolución del oficio de cerrajero y su rol en la seguridad actual 12

Algunas historias populares han ayudado a moldear la percepción del cerrajero como alguien hábil y resolutivo. Una de las historias más conocidas es la de aquel que logró abrir una cerradura compleja de un faraón con una herramienta básica. Estos relatos reflejan el nivel de conocimiento técnico que requiere la profesión y la precisión necesaria para intervenir en mecanismos complejos.

La llegada de la tecnología ha redefinido los sistemas de seguridad y ha obligado a estos profesionales a adaptarse. Las cerraduras electrónicas e inteligentes, que incorporan biometría, claves digitales y conexión a redes, exigen una capacitación constante. Los expertos deben conocer estos dispositivos para poder instalarlos, configurarlos y resolver posibles fallos, ya que su uso se ha vuelto cada vez más común tanto en viviendas como en comercios.

A esta transformación tecnológica se suman nuevos desafíos vinculados a la ciberseguridad. Algunos sistemas inteligentes pueden ser vulnerables a ataques digitales, por lo que deben estar preparados para reconocer estas amenazas y ofrecer soluciones que integren tanto la protección física como la digital. Esto requiere mantenerse al día con las innovaciones y aplicar criterios de seguridad integral.

“La actividad del cerrajero es también preventiva. Más allá de solucionar inconvenientes puntuales como una cerradura trabada o la pérdida de llaves, su experiencia permite detectar puntos débiles en los accesos y recomendar alternativas más robustas”, explican desde la empresa Reparaciones Manso. En muchos casos, colaboran con la planificación de medidas para reforzar la protección de un lugar mediante la elección adecuada de cerraduras o la implementación de sistemas complementarios.

El desarrollo de la técnica refleja una evolución técnica constante. Las herramientas manuales han dado paso a dispositivos que requieren habilidades específicas para su manipulación. Cada avance implica la incorporación de nuevos procedimientos, lo que convierte a la capacitación en un eje central del trabajo. Esta actualización permanente asegura que se pueda responder eficazmente a las necesidades del entorno en el que operan.

Además de sus tareas operativas, muchos técnicos asumen un rol informativo. Orientan a sus clientes sobre prácticas de seguridad y recomiendan productos adecuados según el contexto. Esta función educativa contribuye a mejorar la prevención y a fortalecer la conciencia sobre la importancia de contar con soluciones confiables.

El papel de los cerrajeros sigue siendo clave, especialmente en escenarios donde la seguridad cobra mayor relevancia. Su conocimiento técnico, capacidad de respuesta y adaptación a las nuevas tecnologías los posicionan como aliados fundamentales en la protección de personas y propiedades. A pesar de los cambios, el oficio mantiene su vigencia y sigue siendo indispensable en la vida cotidiana.

 

¿Está IRÁN ya derrotado sin su programa nuclear?

¿Está IRÁN ya derrotado sin su programa nuclear? IRÁN sin misiles ni uranio ¿puede aún vengarse?

El programa nuclear de Irán ha sido destruido esta noche. Lo que durante décadas pareció un castillo de concreto enterrado en la roca ha caído bajo el peso de unas cuantas bombas GBU‑57, también conocidas como “las Chuck Norris del arsenal estadounidense”. Y mientras escribo esto, pienso en el gesto que habrá puesto el Ayatolá Jamenei al ver en las pantallas del búnker cómo Fordow, ese santuario subterráneo, se convertía en un colador. Estados Unidos e Israel han borrado en una madrugada lo que Irán levantó durante más de veinte años a base de sanciones, contrabando y propaganda.

Pero también me viene otra idea. Una que no gusta verbalizar porque huele a película barata y a estampa de museo. ¿Y si esto no es el final sino solo el primer disparo de una guerra mayor?

La bomba que atravesó la montaña y el mito

Lo de Fordow no era una planta cualquiera. Estaba excavada en el interior de una montaña, a más de cien metros de profundidad. Supuestamente inexpugnable. Hasta que seis bombarderos B‑2, viajando directamente desde Estados Unidos, le clavaron doce bombas perforantes, cada una de ellas con más fuerza que el orgullo persa. Fue un golpe quirúrgico y a la vez espectacular. Imposible no recordarlo con una mezcla de estupor técnico y escalofrío: 160 toneladas de democracia lanzadas sobre el refugio atómico de Irán.

El paralelismo con Top Gun: Maverick es tan grotesco que resulta inquietante. Allí también había una planta nuclear enterrada, también se infiltraban pilotos a través de un cañón, también el éxito dependía de un ataque quirúrgico sin margen de error. Lo que no mostraba la película eran los drones suicidas, los señuelos, los misiles Tomahawk lanzados desde el submarino USS Georgia. Pero eso ocurrió. Todo eso ocurrió.

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“Solo Estados Unidos podía hacerlo. Solo Israel se atrevía a pedirlo.”

Mientras los B‑2 entraban desde el oeste, los cisterna se hacían pasar por aviones de ataque para despistar a los radares iraníes. Todo había sido planeado durante semanas por Netanyahu y Trump mientras se hacían los distraídos. Fingieron dudas, reuniones diplomáticas, amenazas tibias. Pero detrás del telón se estaba gestando el ataque más audaz en décadas. La diplomacia era puro teatro. El telón cayó con una bomba.

¿Y ahora qué le queda a Irán?

Fordow ha desaparecido. Natanz está desactivada. Isfahán es un escombro. Si el programa nuclear iraní era el escudo simbólico y disuasorio de su régimen, ahora el escudo se ha hecho trizas. Irán ya no tiene con qué negociar. Literalmente, no tiene nada que ofrecer. ¿Cómo negociar el desmantelamiento de algo que ya está desmantelado?

A eso se suma otro golpe: sus lanzadores de misiles también han sido destruidos. En las primeras horas del conflicto, Irán disparó 150 misiles. Después, una decena. Ahora: ninguno. El silencio no es paz, es impotencia.

¿El resultado? Una escena más digna de Shakespeare que de Al Jazeera: el Ayatolá redactando su testamento desde un búnker, mientras los ministros europeos organizan cumbres diplomáticas que ya no sirven para nada. ¿Qué vas a negociar con un régimen al que le han amputado el brazo derecho?

“Irán está desangrado. Y ni siquiera ha empezado la guerra.”

Podría parecer que todo ha terminado. Pero lo más inquietante es que esto puede ser solo el principio. Porque a un tigre herido no se le da la espalda. Y si Irán no puede atacar con misiles, puede intentarlo con algo más peligroso: cerrar el estrecho de Ormuz.

Ese punto angosto del Golfo Pérsico por donde circula casi un tercio del petróleo mundial. Si lo bloquean, se dispara el precio del crudo, se tambalean las bolsas y la crisis energética se convierte en global. Así que sí, quizás no puedan lanzar misiles… pero pueden desatar el caos.

De hecho, ya lo han insinuado. La televisión pública iraní ha llamado abiertamente a lanzar misiles contra la flota estadounidense en Bahréin. Suena suicida. Pero cuando te han arrinconado, el suicidio estratégico puede ser tu única jugada.

“El tigre no ruge cuando está herido. Muerde.”

La paradoja Trump

Hay otro detalle curioso. Donald Trump fue el primer presidente en 71 años que no comenzó una guerra. Lo repitió mil veces en su primera campaña, como un mantra populista. Y sin embargo, aquí está: comandando un ataque que podría haber detonado una guerra de escala global.

Los suyos —los halcones del Partido Republicano— aplauden. Pero el ala aislacionista del trampismo está furiosa. ¿Cómo puede el líder de la “paz a través de la fuerza” estar ahora empantanado en otra guerra en el Golfo? ¿Qué dirán los votantes cuando se enteren de que los portaaviones están saliendo rumbo al estrecho de Ormuz? ¿Y si esta guerra no termina pronto? ¿Y si cuesta vidas y millones?

A veces parece que Trump no manda tanto como parece. O que manda más de lo que debería. En cualquier caso, este ataque no ha sido una bravuconada aislada. Ha sido un movimiento tectónico.

Las guerras que se alargan

Irán tiene 90 millones de habitantes. Sigue teniendo ejército. Puede seguir armando milicias en Líbano, Yemen, Siria. Puede jugar la carta del petróleo. Puede provocar en Irak. Las posibilidades son muchas, y ninguna buena.

Que Israel tenga superioridad aérea no significa que pueda pacificar todo el terreno. Lo aprendieron los soviéticos en Afganistán. Lo aprendieron los americanos en Irak. Los bombardeos ganan batallas. Las guerras se pierden en el barro.

Hay quien sueña con un cambio de régimen en Teherán. Con el Ayatolá saliendo en helicóptero como un personaje de Narcos. Con los iraníes abrazándose en las plazas y entonando libertad, libertad sin ira. Pero eso es una fantasía orientalista. Ningún régimen cae solo por perder sus armas. Caen cuando la gente lo abandona. Y eso, en Irán, no está garantizado.

El dilema israelí

Para Israel, este ataque era urgente. Pero no suficiente. Destruir el programa nuclear es solo la primera parte. El objetivo real es eliminar la amenaza a largo plazo. Y esa amenaza no son los misiles. Es la ideología que los lanza. Si dentro de diez años Irán vuelve a intentar enriquecer uranio, esta operación no habrá servido de nada.

Así que la pregunta ahora es brutal en su simplicidad: ¿seguirá atacando Israel hasta derrocar el régimen? ¿Buscará el jaque mate o se conformará con haber ganado la apertura?

Porque si no derrocan al régimen ahora, quizás nunca puedan hacerlo. Ahora están fuertes, Irán débil. Es el momento. ¿Pero a qué coste?

Y si todo sale mal…

¿Y si Irán logra cerrar Ormuz durante un mes? ¿Y si lanza misiles sobre Dubái o Kuwait? ¿Y si consigue arrastrar al Líbano, a Siria, a Irak? ¿Y si estalla algo más grande?

El problema de las guerras quirúrgicas es que la cirugía a veces abre más heridas de las que cierra. Y esta no es una guerra cualquiera. Es una guerra en la que los bandos no solo luchan con bombas, sino con símbolos, petróleo y religión.

Israel ha golpeado primero. Con precisión. Con arrogancia. Con éxito.

Pero en geopolítica, el que golpea primero no siempre gana. A veces solo despierta a un enemigo que estaba dormido. Y ahora ese enemigo sangra, pero no ha muerto.

“Lo difícil no es empezar una guerra. Lo difícil es saber cuándo ha terminado.”

“Si el hierro se embota y no se le saca filo, hay que golpear con más fuerza.”

(Eclesiastés 10:10)

“La historia es una pesadilla de la que intento despertar.”

(James Joyce)

¿Y ahora qué?

¿Veremos a Irán lanzando su último zarpazo antes de caer? ¿Se atreverán a cerrar el estrecho de Ormuz? ¿Logrará Israel presionar hasta derribar el régimen?

O quizá estemos ante otro conflicto eterno, en el que todos pierden un poco y nadie gana del todo. Donde el enemigo de hoy se convierte en el socio de mañana.

La guerra está en marcha. Pero el final aún no tiene guion.

Fundas anticalóricas y termostatos industriales optimizan procesos y reducen riesgos laborales

 

La eficiencia y seguridad en los procesos industriales dependen, en gran medida, de una correcta gestión térmica. En sectores como la petroquímica, la alimentación, la metalurgia o la farmacéutica, donde las temperaturas elevadas forman parte del trabajo diario, la implementación de soluciones técnicas adecuadas se convierte en un factor clave para asegurar operaciones seguras, estables y sostenibles. Dos elementos esenciales para alcanzar este objetivo son las fundas anticalóricas y los termostatos industriales, tecnologías que permiten proteger tanto a los equipos como a los trabajadores.

Las fundas anticalóricas y termostatos industriales cumplen funciones específicas y complementarias en las instalaciones industriales. Las primeras están diseñadas para resistir y aislar altas temperaturas en superficies expuestas, como válvulas, cañerías o equipos térmicos. Se fabrican con materiales aislantes que reducen significativamente la radiación calórica hacia el entorno, protegiendo a los operarios de quemaduras accidentales y evitando pérdidas de energía. Por su parte, los termostatos industriales permiten controlar de forma precisa la temperatura de los sistemas, activando o desactivando fuentes de calor según parámetros programados. Esta capacidad de regulación es crucial para mantener condiciones estables y evitar fallos que puedan derivar en paradas no planificadas o daños mayores.

Fundas anticalóricas y termostatos industriales optimizan procesos y reducen riesgos laborales 14

La utilización de fundas anticalóricas no solo responde a necesidades de seguridad laboral, sino también a requerimientos de eficiencia energética. Al evitar que el calor se disipe, se optimiza el uso de energía, lo que contribuye a reducir los costos operativos y mejora el desempeño térmico de las instalaciones. Además, su uso simplifica las tareas de mantenimiento, ya que muchas fundas son desmontables y reutilizables, lo que facilita las inspecciones periódicas sin comprometer la integridad de los sistemas.

En paralelo, los termostatos industriales están diseñados para soportar condiciones exigentes, tanto desde el punto de vista mecánico como ambiental. Existen modelos específicos para zonas con riesgo de explosión, humedad elevada o vibraciones constantes. Estos dispositivos cumplen un papel preventivo: al detectar cualquier desvío en la temperatura establecida, activan mecanismos de corrección, evitando así daños en maquinaria o interrupciones en la producción. También permiten integrarse con sistemas de automatización, facilitando un monitoreo remoto y en tiempo real.

La normativa vigente en países con fuerte desarrollo industrial exige el uso de dispositivos de protección térmica, y cada vez más empresas incorporan estas tecnologías como parte de sus planes de seguridad y eficiencia. La inversión inicial de este tipo de productos se recupera rápidamente gracias a la disminución de incidentes, la prolongación de la vida útil de los equipos y el ahorro energético sostenido. Además, su incorporación ayuda a cumplir estándares internacionales de calidad y seguridad, un aspecto decisivo al momento de competir en mercados globales.

El diseño personalizado también es un aspecto relevante. Las fundas anticalóricas pueden adaptarse a medidas específicas, lo que permite cubrir elementos de geometría compleja o con requerimientos puntuales. Lo mismo ocurre con los termostatos, que se fabrican con rangos de temperatura variables y compatibilidad con diferentes tipos de sensores. Esta versatilidad permite su implementación en diversos sectores, desde plantas automotrices hasta centrales térmicas.

Aunque se trata de componentes técnicos muchas veces invisibles en el día a día industrial, su función es crítica. “A través de una correcta elección, instalación y mantenimiento, estos dispositivos no solo evitan accidentes y garantizan el cumplimiento normativo, sino que también impulsan una operación más limpia, eficiente y sustentable”, explican en Uligar, empresa especialista.

La mejora continua en entornos productivos requiere incorporar soluciones prácticas que aporten valor sin complejidad añadida. Tanto las fundas como los termostatos responden a esa lógica. Su presencia silenciosa pero efectiva en múltiples industrias es prueba de que la seguridad y la eficiencia pueden ir de la mano cuando se eligen tecnologías adecuadas.

 

¿Puede un SEGURO adivinar el futuro empresarial?

¿Puede un SEGURO adivinar el futuro empresarial? El administrador virtual que nunca duerme ya es una realidad

Los nuevos seguros empresariales y los administradores digitales están diseñados para predecir, automatizar y proteger antes de que tú siquiera sepas que hay un problema. 🔮

El administrador empresa del futuro ya no lleva corbata ni se atrinchera detrás de una montaña de papeles. Hoy, su despacho es digital, su asistente es una inteligencia artificial y su jornada no tiene horarios. La figura clásica del gestor que resolvía todo con llamadas y reuniones ha dado paso a un cerebro algorítmico capaz de anticiparse a riesgos, automatizar decisiones y transformar cualquier operación rutinaria en una acción estratégica. Y lo más fascinante es que esta transformación no ha hecho al ser humano obsoleto, sino todo lo contrario: lo ha elevado a un nuevo nivel de lucidez empresarial.

Me encontré con el término administrador empresa en una ponencia anodina, pero algo en su forma actualizada me hizo abrir bien los oídos. Ya no hablaban de cargos, hablaban de sistemas vivos que aprenden, de gemelos digitales que anticipan el futuro, de seguros que se activan solos y de gestores que ya no necesitan oficinas. En ese momento, entendí que el mundo corporativo ya no se dirige con agendas de cuero, sino con dashboards que respiran datos. Y que detrás de cada pantalla, late una idea antigua: proteger, organizar, avanzar.

¿Puede un SEGURO adivinar el futuro empresarial? El administrador virtual que nunca duerme ya es una realidad
¿Puede un SEGURO adivinar el futuro empresarial? El administrador virtual que nunca duerme ya es una realidad

Hace tiempo escuché la frase “el futuro es ahora”, y pensé que era otro eslogan de marketing barato. Hasta que vi a un software detener un ciberataque antes de que ocurriera. Hasta que conocí a un gestor que analizaba balances mientras yo dormía. Y hasta que descubrí que los seguros empresariales, esos que solían parecer papeles aburridos llenos de cláusulas, ahora «abrazan lo imposible».

La transformación en la administración de empresas y el mundo asegurador no es un cambio; es una mutación. Silenciosa, sí. Pero irreversible. Y me encontré en medio de ella casi por accidente, sentado en una conferencia anodina con más powerpoints que café, cuando alguien pronunció las palabras mágicas: administrador virtual.

No supe si reír o aplaudir, pero algo dentro de mí hizo clic. Porque entendí que no hablábamos de robots de película, sino de una nueva especie de gestores empresariales: invisibles, incansables y brutalmente eficientes.

Cuando los seguros adivinan accidentes antes de que ocurran

Hoy los seguros predictivos ya no se suscriben sobre el miedo, sino sobre la certeza de que los datos saben más que tú. ¿Exagero? Quizá. Pero dime si no es ciencia ficción convertida en oficio cuando una aseguradora te alerta de un fallo en tu sistema eléctrico antes de que el incendio comience. Esto no lo soñó Asimov; lo construyó el Internet de las Cosas, el llamado IoT, que no solo mide y reporta, sino que interpreta y previene.

Ya no se trata de asegurar lo que ocurrió, sino de evitar que ocurra. Como explica una fuente especializada, el sector asegurador se ha contagiado del impulso digital y se ha reinventado como una especie de guardián omnipresente. “Protección sin papeleo, sin tiempos muertos, sin excusas”, se oye decir en las nuevas plataformas que combinan sensores, IA y blockchain.

Y si de amenazas invisibles hablamos, el ciberseguro es el nuevo castillo medieval. Antes temíamos incendios; ahora tememos un clic. Uno solo, y la empresa entera puede caer. Por eso, compañías de seguros principales invierten en ciberdefensa con la misma seriedad con la que antes contrataban alarmas físicas.

Administradores que no bostezan, ni se equivocan

Tu administrador de confianza ahora se llama RPA, y no, no es un acrónimo amable. Es la automatización robótica de procesos, ese concepto que hace que informes, pagos, gestiones, y hasta llamadas se hagan solos y sin errores. Como explican algunos profesionales del sector, lo que antes requería ocho horas y una secretaria con nervios de acero, ahora se resuelve en segundos. No es que el trabajo desaparezca; es que la mente humana por fin puede dejar de apagar fuegos para empezar a imaginar ciudades.

Y, sin embargo, no hemos desaparecido. Seguimos ahí, frente a la pantalla, tomando decisiones más rápidas, más informadas, más libres. Porque el gran truco de esta nueva administración no es que la máquina reemplace al gestor, sino que lo libere. Lo eleve. Lo potencie.

“El futuro empresarial ya no se proyecta, se simula”

Así me lo dijo un ingeniero en Valencia que trabaja con gemelos digitales, esas copias virtuales de procesos que permiten probar todo sin arriesgar nada. Una fábrica entera puede ensayar un cambio de línea sin tocar un tornillo. Una red de tiendas puede simular un apagón antes de sufrirlo. Esto no es magia: es una combinación de sensores, algoritmos y visión estratégica que ya aplican firmas importantes del mundo y del sector.

“Simular es sobrevivir”, me comentó otro experto. Y no le faltaba razón. Porque en un mundo donde todo cambia cada minuto, tener una copia del futuro para explorarlo antes que nadie se convierte en el arma definitiva.

Contratos sin abogados, decisiones sin comités

El blockchain —esa palabra tan sobreusada como mal comprendida— está haciendo algo muy simple y muy poderoso: devolvernos la confianza. Como muestra IBM, ya no hace falta notario ni abogado para garantizar un trato. Basta con un contrato inteligente, que se ejecuta solo cuando se cumplen las condiciones pactadas. No hay marcha atrás. No hay excusas. No hay lagunas legales.

Esto transforma la gestión. Porque elimina esa capa espesa de burocracia y sospecha que tantas veces ha ralentizado el progreso. “Si confías en el código, no necesitas confiar en la persona”, me dijo un programador. Yo aún no estoy tan convencido, pero admito que hay algo poéticamente justo en esta lógica inquebrantable.

Formación que no aburre, que se vive

Sí, también aprendemos distinto. La formación corporativa se ha transformado en una especie de videojuego inmersivo. Ya no hay diapositivas eternas ni pizarras sudorosas. Hay gafas de realidad virtual, escenarios reales y situaciones límite en tres dimensiones. Porque el aprendizaje no puede seguir siendo un castigo. Tiene que ser una aventura.

“Las empresas del futuro se parecerán más a organismos vivos que a estructuras de hierro”

Y no lo digo yo, lo gritan los datos: 90% de uso de blockchain, 95% de seguros IoT, 85% de gemelos digitales antes de 2030. Las cifras recogidas en estudios como los de MUST Education no son profecías de gurú, son realidades que se despliegan en tiempo real.

Y en este contexto, la gestión patrimonial también se electrifica. Los asesores de entidades como Morgan Stanley ya utilizan herramientas como GPT-4 para acceder en segundos a insights que antes requerían horas de análisis. Ya no hay excusa para perder oportunidades. Ya no hay ignorancia aceptable.


“La administración ya no gestiona, predice. Ya no protege, anticipa”

El administrador del futuro no lleva traje, ni siquiera cuerpo. Pero sí cerebro y precisión.

El seguro del mañana no espera que te pase algo. Te avisa antes de que ocurra.

La gestión empresarial se convierte en oráculo, espejo y brújula.

“El que avisa no es traidor. Es IoT.” (Refrán empresarial 2025)

Y aquí estoy, escribiendo esto desde Cuenca, rodeado de piedra antigua y WiFi veloz, viendo cómo la tecnología se da la mano con la intuición, y cómo el futuro se instala sin pedir permiso, como una tormenta luminosa. Porque al final, de eso se trata todo esto: de cómo seguimos buscando maneras de cuidar lo que amamos. Sea una empresa, una idea, una estructura.

La gran pregunta no es si esta transformación es buena o mala. La verdadera pregunta es:
¿Estamos preparados para confiar en ella?
¿Y tú, dejarías tu empresa en manos de una inteligencia que nunca duerme… pero que no siente?

¿Son los taxis aéreos eléctricos en Málaga más seguros que un avión?

¿Son los taxis aéreos eléctricos en Málaga más seguros que un avión? Taxis aéreos eléctricos en Málaga donde la seguridad ya no es ciencia ficción

Los taxis aéreos eléctricos en Málaga están a punto de levantar vuelo… y también sospechas. 😏

La promesa es clara: surcar el cielo desde Málaga hasta Marbella en menos de 20 minutos, por el módico precio de 100 euros, sin escalas ni atascos ni discusiones con el taxista sobre la música. Pero lo que realmente levanta cejas —y no solo de emoción— no es la velocidad ni el precio, sino algo mucho más terrenal: la seguridad. Porque claro, una cosa es subirse a un avión con alas de verdad, y otra es confiarle tu vida a un dron grande con nombre elegante como eVTOL y motores distribuidos «de respaldo».

¿Son los taxis aéreos eléctricos en Málaga más seguros que un avión? 15

“¿Volar o no volar?” Esa es la pregunta que se hacen en la Costa del Sol

Hace algún tiempo, la idea de que Málaga se convirtiera en un laboratorio viviente de aviación urbana parecía un delirio de verano, de esos que nacen entre gin-tonics y atardeceres de Instagram. Y sin embargo, aquí estamos: con aerotaxis eléctricos al borde del despegue, ingenieros revisando protocolos de emergencia como si prepararan una misión lunar y autoridades europeas sudando tinta para regular un cielo que ya no es solo para gaviotas ni Ryanair.

El Lilium Jet, por ejemplo, no tiene hélices a la vista ni ruido de turbina. Suena más a zumbido de futuro que a rugido de presente. Con 36 motores eléctricos camuflados en sus alas, este aparato parece más salido de una serie de ciencia ficción que de un hangar español. Pero ahí está, con un diseño tan redundante que hasta los fallos tienen su plan B. Y su plan C. Y hasta un plan Z, si hace falta.

“Incluso con varios motores averiados, el aerotaxi puede seguir volando.” Así lo dicen los ingenieros, sin pestañear. Suena impresionante… y un poquito inquietante también, ¿no?

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Origen: El Año En Que Los TAXIS AÉREOS Eléctricos Despegaron En Málaga – ALTERNATIVAS NEWS

Cuando la seguridad parece magia pero es matemática

Uno pensaría que lo más difícil de volar es despegar. Pero no. Lo más complicado —y lo que nos hace mirar al cielo con cierta desconfianza— es caer sin estilo. Por eso, las nuevas aeronaves vienen equipadas con paracaídas inteligentes que se despliegan en apenas tres segundos, incluso a altitudes bajas, esos que convierten una emergencia en una anécdota viral en TikTok y no en tragedia nacional.

Me salvó el paracaídas de un dron con IA” podría ser la frase más absurda de esta década. Y sin embargo, es probable que la escuchemos pronto.

Pero el verdadero giro inesperado está en tierra: el protocolo de aterrizaje de emergencia no depende solo del piloto (o del algoritmo). Málaga ya tiene mapeadas zonas de aterrizaje forzoso. Como si fueran paradas de emergencia para los nuevos taxis celestiales, estos lugares podrían salvar vidas… y también reputaciones.

La seguridad vuela también en papeles

¿Quién regula todo esto? Porque claro, un aerotaxi puede ser muy bonito, muy brillante, y muy eléctrico, pero si no tiene papeleo europeo en regla, no despega ni un metro. Ahí entra en escena la EASA, esa institución con nombre de robot y burocracia de hierro, que ya ha emitido normas que hacen que las de los aviones parezcan cosa de boy scouts.

Las normas de la Agencia Europea de Seguridad Aérea son tan estrictas que exigen que un aerotaxi autónomo tenga más seguridad que un avión comercial. Como quien dice: o lo haces perfecto o no vuelas. Y eso, en un continente donde aún peleamos por los trenes a tiempo, ya es decir mucho.

Lo curioso es que los seguros también han tenido que reinventarse. Porque ¿quién paga si se cae un aerotaxi sin piloto? ¿El software? ¿El fabricante? ¿La nube? La respuesta parece sacada de una película de abogados futuristas: el operador es responsable incluso sin culpa. O sea, si algo falla, pagas. Aunque el fallo haya sido de una inteligencia artificial que no duerme ni toma vacaciones.

“Más que vertipuertos, parecen estaciones espaciales de bolsillo”

La verdadera joya de la corona no está en el aire. Está sobre nuestras cabezas, literalmente. Los vertipuertos, esas plataformas modulares para despegar y aterrizar en mitad de la ciudad, son el nuevo símbolo del lujo urbano. Se pueden montar en una azotea, desmontar en un parking y mover a otra zona como si fueran Lego para adultos ricos.

Y no, no es solo una plataforma con luces LED. Tiene sensores de viento, peso, condiciones atmosféricas y protocolos de evacuación que dejarían boquiabiertos a los controladores del aeropuerto de Heathrow. Además, cada módulo tiene su propio sistema contra incendios, redundancias de comunicación y seguridad operacional estilo militar.

¿Recuerdan cuando la seguridad era una puerta que se abría y se cerraba? Ahora es un algoritmo que lo predice todo. Hasta el viento traicionero de la tarde.

“En Málaga, hasta el fuego tiene protocolo”

Málaga no ha dejado ni un solo cabo suelto. Durante las pruebas del Lilium Jet, empresas como La Línea Vertical se encargan de mantener activos vehículos de emergencia, bomberos especializados y simulacros contraincendios cada dos por tres. Cada vuelo de prueba es una coreografía de seguridad: revisión de terrenos, análisis de riesgos, protocolos a medida y personal en alerta.

Ya no se trata solo de apagar fuegos. Se trata de estar diez pasos por delante del incendio.

El cerebro detrás del cielo

Y si todo esto te suena a ciencia ficción, espera a conocer AIRUS, el sistema que controla el tráfico aéreo urbano con más eficiencia que muchos ayuntamientos manejan su tráfico terrestre. Este software, desarrollado en España, identifica cada aeronave, predice colisiones antes de que ocurran y gestiona desvíos, emergencias y cambios de ruta con precisión quirúrgica.

Y lo hace sin que nadie lo vea. Solo lo notas si falla. Que, por cierto, no ha fallado aún.

El futuro no es autónomo. Es predictivo

El último truco de magia llega con la monitorización predictiva. Sensores, inteligencia artificial, big data y una pizca de paranoia tecnológica permiten que cada pieza del aerotaxi esté vigilada. Si un motor suena raro, lo sabrán antes de que suene. Si una batería se calienta, lo detectan antes de que empiece a arder.

¿Y si no falla nada? Mejor. Pero si falla, el sistema lo habrá previsto hace días y tendrá a media Málaga lista para intervenir.

“La ciencia ficción de ayer es la seguridad de hoy”

En Málaga no están soñando con el futuro. Lo están montando, pieza a pieza. Y mientras medio mundo sigue atrapado en atascos y discusiones sobre peajes, la Costa del Sol se perfila como el punto de partida de una nueva forma de moverse: vertical, silenciosa y, sobre todo, segura.

“¿Estás preparado para que tu próximo taxi no tenga ruedas?”

Porque si la respuesta es sí, prepárate también para confiar tu vida a algoritmos, paracaídas automáticos y pilotos que no siempre serán humanos. Y si la respuesta es no… tranquilo. Siempre puedes tomar el tren. O seguir soñando con volar.


“Incluso las nubes tienen reglas cuando los humanos empiezan a cruzarlas”

“La verdad espera. Solo la mentira tiene prisa.”
(Proverbio tradicional)

“Cielo despejado no significa ausencia de tormenta, sino confianza en las alas.”
(Máxima aeronáutica no escrita)


Enlaces para más información:

El rol del perito de seguros en el proceso de evaluación de siniestros

 

El perito de seguros cumple una función clave dentro del sector asegurador, ya que actúa como intermediario técnico entre la compañía aseguradora y el asegurado al momento de un siniestro. Su labor se centra en verificar los hechos, evaluar daños y establecer con precisión las circunstancias que rodean el evento. Este trabajo permite que las aseguradoras cuenten con información objetiva y fundamentada para determinar la cobertura, calcular indemnizaciones y resolver reclamos de manera justa.

Cuando se presenta un siniestro, el perito del asegurado es designado para realizar una inspección detallada del hecho reportado. Su presencia en el lugar del incidente puede ser inmediata o programada, dependiendo del tipo de siniestro. Entre sus tareas principales se incluye la revisión de documentos, la toma de fotografías, la entrevista con los involucrados y el análisis técnico de lo ocurrido. Su informe final servirá de base para que la aseguradora tome decisiones fundadas, reduciendo el margen de error y ayudando a evitar fraudes.

Este profesional puede tener distintas especializaciones, como siniestros vehiculares, incendios, robos, daños estructurales o responsabilidad civil. Cada una de estas áreas requiere conocimientos específicos y actualizaciones constantes. No solo debe poseer formación técnica, sino también comprensión legal y una actitud objetiva frente a las partes involucradas. Su imparcialidad es fundamental para que su evaluación sea considerada válida por todas las partes.

La relación con el asegurado puede tener momentos de tensión, sobre todo cuando el reclamo involucra daños significativos o cuando hay discrepancias entre lo esperado por el cliente y lo que indica la póliza. Sin embargo, no actúa como un juez ni como representante legal de ninguna de las partes. Su función es técnica y busca que el proceso avance con base en hechos comprobables. En este sentido, en Artico Risk Management, explican: “El asegurado, por su parte, tiene derecho a presentar pruebas y observaciones que el perito debe considerar en su informe”.

Una característica importante del trabajo de este experto es que su informe puede ser utilizado como respaldo legal ante eventuales disputas. Por ello, la calidad del contenido, la precisión de los datos y el cumplimiento de procedimientos son aspectos esenciales. Un informe mal redactado o que omita información relevante puede afectar tanto a la compañía como al asegurado, generando retrasos o conflictos innecesarios.

La digitalización también ha impactado este oficio. En la actualidad, muchos profesionales emplean plataformas digitales para cargar informes, realizar seguimientos y compartir resultados en tiempo real. Esto ha permitido mayor agilidad y transparencia, mejorando los tiempos de respuesta en la resolución de casos. Aun así, el criterio humano sigue siendo indispensable, especialmente en situaciones complejas donde los hechos no son evidentes a simple vista.

El rol del perito de seguros en el proceso de evaluación de siniestros 17

Para acceder a esta profesión, en la mayoría de los países se exige una certificación específica, la cual garantiza que el especialista cuenta con los conocimientos necesarios para actuar en el marco legal correspondiente. Además, muchas compañías valoran la experiencia previa en áreas técnicas como ingeniería, arquitectura o mecánica, dependiendo del tipo de pólizas que gestionan.

La figura del perito de seguros no siempre es comprendida por los asegurados, quienes suelen asociarlo únicamente con la inspección de daños. Sin embargo, su aporte va mucho más allá. Gracias a su intervención, el sistema asegurador puede operar con mayor equidad, precisión y responsabilidad. También facilita la detección de irregularidades y contribuye a que las pólizas se cumplan de acuerdo con lo pactado.

Fortalecer el rol implica reconocer la importancia de su tarea en la cadena de valor del seguro. Su trabajo técnico y objetivo contribuye a que los procesos se desarrollen de forma más eficiente y transparente, en beneficio de aseguradoras y clientes por igual.

 

El mantenimiento regular de piscinas garantiza su buen estado y seguridad durante todo el año

 

El cuidado adecuado de las piscinas es fundamental para asegurar su correcto funcionamiento y durabilidad. Aunque muchas personas solo piensan en ellas durante la temporada de verano, el mantenimiento debe realizarse de manera constante a lo largo del año. Esta práctica no solo ayuda a prevenir problemas mayores que puedan requerir reparaciones costosas, sino que también garantiza un ambiente seguro y saludable para quienes las utilizan. Mantenerla en buenas condiciones permite disfrutarla en cualquier momento, sin preocupaciones por filtraciones, desperfectos o contaminación del agua.

La limpieza y el mantenimiento de piscinas en Majadahonda es un ejemplo de cómo las tareas periódicas contribuyen a prolongar la vida útil de estos espacios. Las acciones básicas incluyen la revisión y limpieza de los filtros, la inspección del sistema de circulación y la eliminación de residuos en la superficie del agua, entre otras. Estos procedimientos ayudan a mantener el agua cristalina y en condiciones higiénicas, evitando la proliferación de bacterias y algas que puedan afectar la salud de los bañistas. Además, la revisión regular de las estructuras permite detectar posibles fisuras o desgastes que, si se atienden a tiempo, pueden evitar reparaciones mayores y costosas en el futuro.

Durante todo el año, es importante ajustar los niveles de productos químicos, como el cloro o los alguicidas, para mantener un equilibrio que impida la formación de microorganismos. La administración adecuada garantiza que no solo sea visualmente limpia sino también segura para quienes la utilizan. Otros aspectos relevantes de la conservación incluyen la protección de los componentes mecánicos y eléctricos, que pueden deteriorarse por la exposición constante a las condiciones ambientales, como la humedad y los cambios de temperatura. La realización de revisiones periódicas facilita detectar posibles fallos en estos elementos y realizar las reparaciones correspondientes antes de la llegada del verano, cuando el uso se intensifica.

Prepararla para la temporada de verano implica ciertas tareas adicionales que resaltan la importancia de un mantenimiento previo. Limpiar profundamente la superficie del vaso, verificar el funcionamiento de la bomba y el sistema de filtración, y ajustar los niveles químicos son pasos esenciales para garantizar que el espacio esté en óptimas condiciones. Esta preparación anticipada no solo ayuda a evitar problemas durante el uso intensivo sino que también prolonga la vida útil de los equipos. En este sentido, en Trabajos Miber, comentan: “En muchos casos, llevar a cabo estos trabajos con anticipación aumenta la eficiencia y reduce los costos asociados a reparaciones de emergencia en momentos de alta demanda”.

El mantenimiento regular de piscinas garantiza su buen estado y seguridad durante todo el año 18

Las ventajas de mantenerla en buen estado a lo largo del año no solo se traducen en mayor comodidad y seguridad, sino también en un menor gasto de recursos y dinero. La inversión en mantenimiento periódico es menor en comparación con las reparaciones urgentes que se suelen realizar cuando el daño ya está avanzado. Además, un cuidado adecuado fomenta un uso más saludable y prolongado del espacio acuático, promoviendo así estilos de vida activos y saludables. La limpieza constante, además, ayuda a disminuir el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, lo que resulta en un ambiente más seguro para todos los que disfrutan de ella.

El compromiso con el cuidado de estos recursos acuáticos impacta positivamente en la experiencia del usuario y en la conservación del patrimonio residencial o comunitario. La planificación de tareas de mantenimiento durante todo el año puede facilitar la detección temprana de problemas y garantizar que, cuando llegue la temporada de verano, esté lista para ofrecer un espacio de recreación y relax en buenas condiciones. Aquellas comunidades o particulares que priorizan el mantenimiento preventivo van a poder disfrutar de sus instalaciones con mayor tranquilidad y confianza. Esta práctica también refleja una gestión responsable y una valoración adecuada del espacio y recursos disponibles, promoviendo entornos más seguros y sostenibles.

El cuidado constante y programado de las piscinas beneficia a los usuarios, a las comunidades y al medio ambiente. Mantener en buen estado estos recursos asegura una mayor durabilidad y reduce el impacto negativo derivado de reparaciones extensas o reemplazos prematuros. La higiene, seguridad y funcionalidad se ven fortalecidas con cada acción de mantenimiento, creando un entorno más saludable para todos. De esta forma, quienes disfrutan, pueden hacerlo con tranquilidad, sabiendo que están utilizando instalaciones en óptimas condiciones, preparadas para un uso seguro y placentero en cada temporada.

¿Cuáles son las principales disputas inmobiliarias entre particulares?

 

El mercado inmobiliario sigue en auge en zonas como el sur de España — especialmente en regiones como Andalucía, incluyendo provincias como Málaga, Almería, Granada y Cádiz—.

Junto con este crecimiento, han surgido múltiples disputas entre particulares, muchas de ellas derivadas de compraventas, herencias y construcciones irregulares que no siempre se solucionan sin la ayuda de profesionales del sector capaces de orientar y de establecer dónde está la legalidad.

¿Cuáles son las más habituales?

Según explican desde Ruíz Orozco Abogados, un bufete de abogados Almería que está especializado en mediar este tipo de litigios, hay una serie de disputas que son habituales en la compraventa de viviendas.

Una de las más frecuentes surge cuando un comprador descubre defectos estructurales, humedades, o problemas de legalidad tras adquirir una vivienda. Estos «vicios ocultos» pueden motivar demandas por responsabilidad civil contra el vendedor si se demuestra que los conocía y no los declaró.

Sin embargo, las más complejas vienen de la mano de herencias y proindivisos.

Es común que varias personas hereden conjuntamente una finca, casa o terreno. Si los coherederos no se ponen de acuerdo sobre el uso o la venta del inmueble, se genera lo que se conoce como un proindiviso al dividir la cosa común en participaciones para poder disponer, cada parte, de ellas. A esto se suman casos como herederos que viven en la vivienda sin pagar al resto de propietarios o la disputa en gastos o reformas. —

Además, en muchas zonas del sur de España, especialmente en áreas periurbanas o rurales, se han construido viviendas sin las debidas licencias. Esto genera disputas entre vecinos o con compradores que adquieren propiedades de forma aparentemente legal, pero que luego descubren que no están regularizadas para poder hacer sus registros o solicitudes.

¿Cuáles son las principales disputas inmobiliarias entre particulares? 19

Una nueva tendencia: las disputas por lindes, servidumbres y caminos

Andalucía cuenta con un alto número de fincas rústicas en sus muchos municipios que se remontan a siglos atrás y que pueden suponer ciertos retos legales a la hora de definir los límites ya que no están delimitadas previamente con precisión, tener servidumbres de paso o contar con caminos privados no inscritos que suponen un reto para definir su uso incluso demandando la intervención con peritajes topográficos que pueden tardar años en resolverse judicialmente.

Incumplimientos de contrato, retrasos en las entregas de llaves, la no cancelación de cargas hipotecarias o incluso alquileres conflictivos terminan la lista de disputas a las que abogados expertos en el sector inmobiliario se enfrentan cada día.

 

La cirugía del futuro ya no necesita pulso humano

¿Puede un bisturí pensar por sí mismo? La cirugía del futuro ya no necesita pulso humano

¿Quién habría dicho que la inteligencia artificial acabaría llevando guantes de látex y sosteniendo un bisturí con más firmeza que cualquier mano entrenada? 🤖 En un mundo donde los algoritmos no duermen, no tiemblan ni parpadean, lo que antes parecía fantasía médica hoy irrumpe con fuerza quirúrgica en los quirófanos del planeta. La era de los cirujanos robóticos ya no es una promesa futurista, es un bisturí que corta con precisión matemática en salas donde lo humano empieza a parecer… accesorio.

«El robot que no parpadea ni se cansa, tampoco duda.»

Todo comenzó, como suelen comenzar las grandes cosas, en un laboratorio que parecía más una escena de ciencia ficción que una sala de operaciones. Allí nació STAR, el Smart Tissue Autonomous Robot, una criatura fría, silenciosa y quirúrgicamente brillante que ejecutó una anastomosis intestinal laparoscópica con más éxito que muchos profesionales con décadas de experiencia y varios temblores acumulados en las manos. STAR no solo cosió tejidos blandos con la destreza de un sastre meticuloso, sino que lo hizo sin ayuda, sin que nadie le indicara cómo salir del paso cuando la aguja cayó o cuando los vasos no estaban donde se suponía.

La hazaña fue narrada con asombro en esta crónica de Johns Hopkins, donde el robot demostró algo más que habilidad: demostró juicio, algo que hasta ahora pensábamos exclusivo de nosotros. Pero no. No más.

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Origen: Robots Are Starting to Make Decisions in the Operating Room

Cuando la robótica aprendió a ver y decidir en quirófano

Lo que hace distinto a STAR no es solo su firmeza, sino su vista. O mejor dicho, su capacidad de percibir. Mientras que nosotros vemos con ojos entrenados en años de experiencia, él lo hace con un sistema endoscópico tridimensional basado en luz estructural, sumado a algoritmos de machine learning que no solo interpretan, sino que aprenden. En otras palabras, STAR ve más, mejor y más rápido. Y, cuando es necesario, decide.

Decisiones quirúrgicas. Esas que uno toma con un suspiro profundo antes de cortar. Esas que, en su mundo digital, se reducen a matrices y patrones reconocidos con una exactitud que resulta perturbadora. Tan perturbadora que, en pruebas clínicas, sus resultados superaron en precisión a los de humanos con nombres y apellidos. ¿Dónde queda el alma de la medicina cuando los datos suturan mejor que los instintos?

«Hay cirujanos con experiencia, y luego está STAR, que nunca olvida.»

La nueva fauna del quirófano: robots que sienten, piensan y anticipan

Por si STAR no fuese suficiente, le han salido primos igual de ambiciosos. Ahí está micro-STAR, que trabaja con vasos de diámetros ridículamente pequeños como si operara con hilos de araña, gracias a tecnología de Tomografía de Coherencia Óptica que le permite ver más allá del ojo humano. O el sistema MEDiC, que no opera solo, pero automatiza pasos mientras el cirujano se ocupa de lo complicado. Es decir, una alianza quirúrgica entre músculo metálico e intuición de carne.

Y están también los sistemas de cámara cognitiva, esos robots silenciosos que aprenden observando. Miles de horas de vídeo quirúrgico comprimidas en algoritmos que, como quien estudia ajedrez en vídeos viejos, descubren jugadas quirúrgicas nuevas. Según este impactante informe, estos sistemas reducen los tiempos quirúrgicos hasta un 30% sin comprometer precisión. Al contrario, mejoran.

«Ni duermen, ni sudan, ni se quejan. Solo aprenden y perfeccionan.»

El mapa de la autonomía: del brazo guiado al cerebro quirúrgico

La independencia de estos robots no es un interruptor, sino una escalera. En el modelo de seis niveles de autonomía, se pasa del robot marioneta (Nivel 0), al planificador cirujano (Nivel 4), hasta llegar al dios quirúrgico sin humanos (Nivel 5). Aún no hemos llegado al Olimpo, pero estamos subiendo deprisa.

Cada escalón requiere no solo hardware potente, sino una capacidad de adaptación que raya en lo filosófico. ¿Puede un robot improvisar cuando hay una hemorragia? STAR dice que sí. ¿Puede anticipar la caída de una aguja y seguir como si nada? Lo hace. ¿Puede operar mientras el mundo a su alrededor cambia? Aprende a hacerlo, minuto a minuto, operación tras operación.

Ética en la sala: ¿y si la máquina decide por ti?

Todo esto suena fascinante, pero hay algo que huele a dilema. ¿Quién es responsable si algo sale mal? ¿El programador? ¿El hospital? ¿El cirujano que ni tocó el bisturí? Y si tú, paciente, firmas para una cirugía, ¿estás firmando para que te opere una máquina?

La ausencia de un marco legal claro convierte cada incisión robótica en un pequeño campo minado. Mientras tanto, los organismos reguladores van tan lentos como los bisturís de antes. Hay propuestas de “autonomía supervisada”, pero ¿quién supervisa al supervisor?

Y luego está el factor humano. El paciente que duda. Que pregunta si le va a operar un robot o una persona. Porque una cosa es confiar tu vida a un cirujano con canas, otra muy distinta es hacerlo a un algoritmo con datos.

Cuando el bisturí llega al pueblo y no necesita doctor

Lo fascinante de esta historia no es solo que los robots operen mejor, sino que podrían operar en todas partes. Imagínate una cirugía de alta precisión en un pueblo sin hospital. Imagina que ese robot lo opera a distancia, o que opera solo. Así, sin más. Como se sugiere en este análisis sobre democratización quirúrgica, la autonomía robótica podría acabar con las desigualdades médicas geográficas. Y eso, amigos míos, sí que es medicina de verdad.

¿Qué queda para nosotros?

Nos queda la duda, la esperanza, la fascinación. Nos queda supervisar, entrenar, aprender a programar estos monstruos quirúrgicos. Quizá los futuros cirujanos no estudien anatomía tanto como estudien inteligencia artificial. Quizá operen con joystick, o con voz. Quizá ni siquiera operen, solo corrijan errores ocasionales.

Pero también nos queda algo más humano: la pregunta. Esa que nos hacemos al entrar a quirófano: ¿quién tomará el bisturí esta vez?

“El bisturí corta, pero el juicio decide dónde.” (Aforismo médico popular)

¿Y si el futuro ya está operando en silencio?

Míralo bien. Está ahí, al fondo del quirófano, sin necesidad de luz natural, sin café ni descansos. Está cosiendo tejido blando con una precisión milimétrica, anticipando tus errores antes de que los cometas. No tiembla. No suda. Y, quizá, tampoco olvida.

«La cirugía robótica no reemplaza al humano. Reemplaza su margen de error.»

Y tú, ¿dejarías que un robot decidiera cómo salvarte la vida?


Citas y fuentes relevantes: