La Verdad Oculta sobre la Misandria y el Hembrismo: Una Mirada al Futuro

La Verdad Oculta sobre la Misandria y el Hembrismo: Una Mirada al Futuro

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En un mundo donde las tendencias retro y futuristas se entrelazan, es esencial comprender los conceptos de misandria y hembrismo. Estos términos, aunque antiguos, tienen relevancia en las discusiones contemporáneas y futuras sobre género.

Misandria: Más Allá de la Definición

La misandria, derivada del griego, se refiere al odio o aversión hacia los varones. Esta aversión puede manifestarse de diversas formas, desde la denigración hasta la violencia directa. Es crucial no confundirla con la androfobia, aunque ambas se centren en el género masculino.

Hembrismo: Un Neologismo en Evolución

El hembrismo, por otro lado, se ha definido de diversas maneras. A veces se utiliza como sinónimo de misandria, mientras que en otros contextos se refiere a la discriminación sexual contra los hombres. Es una palabra que ha evolucionado con el tiempo, adaptándose a las realidades cambiantes de la sociedad.

El Pasado Revela el Futuro: Contextualizando la Misandria

En 1909, la enciclopedia The century dictionary definió la misandria como un odio hacia los varones, considerándolos injustos y opresivos hacia las mujeres. Sin embargo, el término ha resurgido en diferentes momentos históricos, reflejando las tensiones de género de cada época.

Literatura: Un Espejo de la Sociedad

La literatura, siempre un reflejo de la sociedad ha abordado la misandria de formas variadas. Harold Bloom, crítico literario, argumentó que, aunque la misandria es rara en la literatura, no es difícil encontrarla implícita. En las obras de Shakespeare, por ejemplo, se presenta una visión más oscura de los hombres que de las mujeres. Pero esto ha cambiado radicalmente en las últimas dos décadas, ya que encontramos signos evidentes de misandria y hembrismo en multitud de ensayos feministas y representaciones artísticas que tienden a pasar por igualitarias cuando, a poco que se detenga uno o una a analizarlas, no lo son…

Hacia un Futuro de Comprensión

En un mundo que se mueve rápidamente hacia el futuro, es esencial que entendamos y abordemos estos conceptos con una mente abierta. La misandria y el hembrismo son cada vez más relevantes en las discusiones sobre igualdad de género. Es nuestra responsabilidad garantizar que estas discusiones se lleven a cabo de manera justa y equitativa.

El Feminismo Radical y su Influencia en la Misandria y el Hembrismo

El feminismo, en sus diversas formas, ha sido una fuerza poderosa para el cambio social en el pasado, buscando la igualdad de género y abogando por los derechos de las mujeres. Sin embargo, como ocurre con muchos movimientos, por miedo a perder el poder adquirido por parte del lobby feminista en el mundo entero, buena parte del “movimiento” se ha venido radicalizando de forma paralela a la consecución de loables objetivos de igualdad. Hoy existen facciones muy extremas, incluso gobernando en países como España o Argentina, que pueden desviarse mucho del objetivo principal. Y, dicho sea de paso, quizás esto no hubiera ocurrido si la lucha por la igualdad se hubiera llamado desde el principio igualitarismo y no feminismo. Pero a lo que vamos, el feminismo más radical, ha sido objeto de críticas por su posible influencia en la propagación de la misandria y el hembrismo. Y no faltan razones. En países como España se legisla habitualmente promoviendo “discriminaciones positivas” que se blanquean como igualitarias cuando, en realidad son todo lo contrario. Es fácil leer ordenanzas y legislaciones donde se da prioridad en muchas cosas al género femenino, sin más, atentando incluso, impunemente y con el beneplácito de la domesticada Justicia, a la propia Constitución que deja bien claro que no puede haber discriminaciones por razón de género.

Feminismo Radical

El feminismo radical se diferencia de otras formas de feminismo en que busca redefinir y reestructurar la sociedad para eliminar la supremacía masculina. Si bien este objetivo puede parecer noble, y lo es, la forma en que algunos proponentes del feminismo radical abordan este cambio ha sido objeto de controversia.

Misandria y Hembrismo: ¿Consecuencias No Intencionadas?

La misandria, el odio o aversión hacia los hombres, y el hembrismo, la discriminación sexual contra los hombres, no son conceptos nuevos. Sin embargo, hay argumentos que sugieren que ciertas actitudes y retóricas del feminismo radical pueden estar alimentando estos sentimientos.

  1. Generalización de los Hombres: Algunas facciones del feminismo radical pueden caer en la trampa de generalizar a todos los hombres como opresores. Esta generalización puede llevar a una percepción negativa de los hombres en general, fomentando sentimientos misándricos.
  2. Desvalorización de lo Masculino: En el intento de empoderar lo femenino, algunos discursos radicales pueden desvalorizar o menospreciar lo masculino, lo que puede interpretarse como hembrismo.
  3. Retórica Agresiva: Si bien es esencial abogar por los derechos de las mujeres, la retórica agresiva o confrontativa puede crear divisiones en lugar de fomentar el entendimiento. Esta retórica puede alimentar la percepción de que el feminismo radical es inherentemente anti-hombre.

Hacia un Diálogo Constructivo

Para abordar las preocupaciones sobre la misandria y el hembrismo, es esencial fomentar un diálogo abierto y constructivo entre todas las partes involucradas. Reconocer y abordar las críticas al feminismo radical puede ser un paso hacia la creación de un movimiento feminista más inclusivo y unificado que beneficie a todos los miembros de la sociedad. Y ¿Por qué no? de una vez por todas un movimiento igualitario que no esté basado en la preponderancia de lo femenino ni tampoco de lo masculino. Leyes iguales para las personas, y nunca en función del género o el sexo.

Y sí, hay leyes y políticas en diferentes países que han sido criticadas por percibirse como misándricas o hembristas. Es importante señalar que la intención detrás de muchas de estas leyes a menudo es bien intencionada, pues es proteger a las mujeres, que históricamente han sido desfavorecidas o discriminadas en determinados aspectos. Sin embargo, se puede argumentar con acierto que algunas veces estas leyes pueden tener consecuencias que perjudican, a veces de forma grave, a los hombres. A continuación, se presentan algunos ejemplos:

  1. Leyes de Custodia de Menores: En muchos países, ha habido una tendencia histórica a favor de las madres en las decisiones de custodia de menores. Aunque esta tendencia ha cambiado en las últimas décadas hacia una preferencia por la custodia compartida, todavía hay muchos casos en los que los padres sienten que el sistema legal los desfavorece. Esto se agrava cuando algunas mujeres, y ni en pocos casos, abusan, por indicación de los abogados y abogadas, de las leyes de igualdad o de violencia para denunciar falsamente a su ex-pareja con el objetivo de obtener ventaja en el proceso de divorcio y custodia de los hijos. Esto causa gravísimas consecuencias a muchos hombres inocentes que ven como su vida se hunde irremediablemente, dejan de ver a sus hijos, pierden los empleos e incluso, terminan un tiempo en la cárcel de forma preventiva. Cuando llega el juicio, o se desestima la denuncia, ha pasado mucho tiempo y el daño ya es irreparable. El feminismo radical imperante se niega a aceptar esta realidad con la excusa de que son “simplemente argumentos falsos y machistas”. Haz la prueba, habla con alguna feminista de esto, y verás como no será capaz de admitirlo ni en lo más mínimo. Al contrario, te acusará de machista, incluso de fascista y otras lindezas, pero no te dará ni un solo argumento real. Tan solo que las denuncias falsas son un “ridículo” 0 y pico por ciento. Argumento que es del todo falso ya que no se pueden contar las denuncias falsas por la simple razón de que la gran mayoría de ellas se encuadran en el grupo de denuncias que no llegan a juicio, razón por la cual no son contabilizadas, lo que no quiere decir que “de investigarse” no se llegaría a la verdad estadística que se pretende ocultar. Otro argumento del todo antiigualitario es el táctico. Y es que muchas feministas no quieren reconocer este hecho pues creen que eso redunda en una merma de las razones del feminismo. Y es una terrible conclusión, estrategia y práctica. Mientras nadie niega que existe una violencia que padecen más las mujeres que los hombres, parece que, en proporciones no desdeñables, y que existe también una violencia que podríamos llamar machista, muchas personas no entienden porque reconocer esto ha de implicar no querer entender que también se produce una violencia contra el hombre, que no es una violencia natural, pues está propiciada por leyes que no se han hecho con un criterio escrupuloso de igualdad.
  2. Leyes de Violencia Doméstica: En algunos lugares, las leyes de violencia doméstica están redactadas de tal manera que presuponen que el agresor es siempre masculino y la víctima siempre es femenina. Esto puede dificultar que los hombres que son víctimas de violencia doméstica, que, aunque bastante menos, también los hay, sobre todo de maltrato psicológico, reciban el apoyo y la protección que también necesitan.
  3. Servicios de Refugio: La mayoría de los refugios para víctimas de violencia doméstica están diseñados para mujeres y niños. Hay una falta significativa de recursos y refugios disponibles para hombres que son víctimas de abuso.
  4. Leyes de Pensión Alimenticia: En algunos países, las leyes de pensión alimenticia se perciben como desfavorables para los hombres. Aunque la intención es garantizar que el cónyuge con menos ingresos (que históricamente ha sido la mujer) no quede desfavorecido económicamente después de un divorcio, algunos argumentan que estas leyes no reflejan adecuadamente las realidades económicas modernas y pueden ser onerosas para los hombres.
  5. Reclutamiento Militar Obligatorio: En países donde el servicio militar es obligatorio, a menudo solo se aplica a los hombres. Esto pude verse como una forma de discriminación basada en el género.
  6. Leyes de Aborto: En algunos lugares, las leyes de aborto no otorgan a los hombres ningún derecho a opinar o decidir sobre la terminación del embarazo, incluso si desean asumir la responsabilidad del hijo, que también es suyo.

Es esencial abordar estas preocupaciones con un enfoque equilibrado, reconociendo la necesidad de proteger los derechos de las mujeres mientras se garantiza que los hombres no sean desfavorecidos injustamente. La clave es promover la igualdad de género en todas las áreas de la ley y la política y no dejar a radicales legislando sobre estas complicadas cuestiones.

UN CLARO EJEMPLO DE RADICALIDAD

Fijáos, esto es lo que ellas opinan: “La hembrista, si es que existiera, no sería jamás un peligro para las mujeres que buscan autonomía, sino para el sistema de opresión, sus opresorxs y reproductorxs. El hembrismo es el mito inventado por el machismo para no admitir su miedo a la mujer sin miedo.”

O sea, si “acaso” hay mujeres que odian a los hombres, que a lo mejor no hay y nos lo hemos inventado los hombres, no hay que preocuparse, porque nunca serán un peligro para las mujeres “empoderadas” (o sea, feministas). Está claro ¿No? Si ves alguna vez a alguna mujer y notas que lo que dice o hace tiene un “tufille” de odio a los hombres, sobre todo a los hombres heterosexuales, amigo, he de decirte que no es verdad, eso es porque eres un oprxxxorxxxkkkk y un maldito reproductorxxxxxxxkkkk machi.makiavéliko Ptriarkal…

¿Se puede dejar que gente así meta las manes en las Leyes de un país y diga encima que lo hace por la “igualdad”?

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