Esta vez, la única salida es aislarse, en un sitio, con la menor cantidad de personas posible. Podemos sentirnos rodeados de personas mientras que estamos absolutamente solos. Y en Instagram la semana pasada, las selfies sensuales dieron paso gradualmente a perros de consuelo, representaciones visuales de autocuidado, pisos poco a poco más desorganizados que generan comidas poco a poco más complicadas y subtítulos con etiquetas etiquetadas que demandan cautela.
MARZO 2020
Esporádicamente, aparecía una fotografía de un conjunto de personas que se llamaban invictos, tal y como si el coronavirus fuera un terrorista y que si nos sostenemos suficientemente cerca no va a ganar.
La mayor parte de los sitios que sigues cambiaron su contenido a un coro de coronavirus y auto-aislamiento.
Algunas veces, el comentario azaroso de alguien de algún sitio lejano recuerda de qué manera prosigue la vida, y asimismo qué tan desincronizados podemos estar, sin importar un mínimo todas y cada una de las opciones de conectividad.
¿Una pequeña te sonrió desde su triciclo y sentiste como si fuera una especie de mensaje, siniestro? ¿El amigo de tu hermano «se fue a vivir» la noche de forma desquiciada, y ponderaste la eficiencia de mandarle un mensaje de DM a fin de que dejase de ser tan ególatra y también irse a casa inmediatamente?
El fin de semana pasado apareció una pantalla negra y el rollo se detuvo.