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¿Que nuevos seguros de vehículos demanda la sociedad? ¿Cual es el futuro de los seguros de motor?
Tren motriz eléctrico, conducción autónoma, conectado, ‘car sharing’ o SUV son solo algunas de las claves que abren el futuro a la industria automotriz. Sin embargo, no solo los fabricantes se ven afectados por esta revolución tecnológica. Los responsables de diseñar y crear la infraestructura vial del futuro o las compañías de seguros también auguran esta nueva situación, la apoyemos o no, todos sufrimos destruidos por la inercia de un campo altamente competitivo, extremadamente cambiante y económicamente descomunal. Comentan en https://www.motoresdyg.com/ que, si bien hay marcas que creen que los motores térmicos nunca morirán o que sus vehículos siempre podrán ser controlados manualmente, la evolución del mercado automotriz y la avalancha de noticias relacionadas con el desarrollo en términos de energía y automatización demuestra que todavía está en producción el concepto de automóvil que tenemos hoy, pero esto cambiará drásticamente en los próximos años.
Los vehículos autónomos conducirán al desarrollo de la división de responsabilidades.
Otros grandes grupos también se han expresado en este sentido, de una manera menos poderosa. Sébastien Lefranc, jefe de conceptos de vehículos autónomos en el grupo PSA, dijo esto hace unos años: “Los vehículos autónomos conducirán al desarrollo de una división de responsabilidades entre el conductor, el fabricante y la dirección.”. Estas son las palabras que llegaron después de que un Citroën Grand C4 Picasso recorriera con éxito la distancia entre las ciudades de Vigo y Madrid de forma autónoma en noviembre de 2015.
Y como todo, en esto de la conducción autónoma y la seguridad hay niveles.
El nivel 1 cubre una combinación de estilo de conducción tradicional con la velocidad más básica y la dirección asistida que se puede instalarse en un automóvil de pasajeros moderno, donde el control de estabilidad – ESP- o los frenos antibloqueo ya no se consideran ABS. Por ejemplo, hablamos de control de crucero adaptativo o advertencia de cambio de carril.
El nivel 2 ya implica que los automóviles pueden moverse por sí mismos en situaciones muy específicas, como atascos de tráfico o en carreteras anchas, con carriles bien definidos.
Desde el nivel 3, que es la etapa donde los modelos más avanzados del mercado de lujo y prestigio actual, se extiende las ventajas del nivel 2 a más condiciones y tipos de carreteras, para que la computadora del automóvil pueda analizar y prever peligros que actuarán en consecuencia, aunque el conductor aún debe prestar atención a las condiciones de la carretera. Este es el caso del nuevo Audi A8.
Solo los niveles 4 y 5 se consideran totalmente autónomos e independientes, distinguiendo si el vehículo en cuestión tiene volante y pedales.
La inminente situación de la inteligencia artificial, que ya está al alcance de todos, necesariamente estará ligada a una conexión en toda regla que implicará una relación virtual del automóvil con sus pares e incluso con las infraestructuras por las que viajan juntos. La combinación de estos factores hace que viajar sobre asfalto sea casi innegablemente más seguro y confiable incluso para los más indecisos.
Cuando se trata de viajes de larga distancia, para 2025 habrá autos que serán cómodos y entretenidos como la clase Business de barcos, aviones o trenes.
En este sentido, hay visionarios en la materia que se han atrevido a pensar en la posibilidad de hacer volar coches de forma segura y legal durante varias décadas.
El futuro y la sociedad exigen un seguro personalizado
Durante los meses de encierro por la pandemia, los contenidos audiovisuales bajo demanda se han convertido en un salvavidas del tedio de un gran segmento de la población, y la necesidad de comprar productos online ha llevado a la comprensión de quienes antes no consideraban comprar nada a través de este canal.
Asimismo, muchos ciudadanos han aprovechado las restricciones de movilidad en busca de una mejora en sus costos fijos recurrentes, como es el caso de los seguros de vida, hogar, automóvil o salud, entre otros. Por otro lado, los consumidores demandan soluciones a la medida de sus necesidades en el sector asegurador y, como tal, las aseguradoras deben repensar sus modelos de distribución.
Es necesario brindar un servicio ininterrumpido, mejor experiencia al cliente y mayor valor agregado. Las aseguradoras tienen la oportunidad de convertir el tráfico digital en ventas a partir de experiencias virtuales híper-personalizadas. Por todo ello, las aseguradoras tienen derecho a utilizar los avances tecnológicos, que por un lado permiten conocer el comportamiento y las preferencias de los consumidores, incluso datos en tiempo real, y por otro, brindan soluciones integrales a la hora de permitirles mejorar.
Nuevas herramientas permiten una configuración rápida de productos y precios, orientación y precios personalizados, y una rápida comercialización o tiempo de comercialización.
En Alemania, que ya cuenta con leyes que regulan esta tecnología, el seguro cubrirá los vehículos autónomos en un futuro no muy lejano. Está más claro que los coches autónomos son el futuro. Las marcas están trabajando con relojes para que a mediados de la década una nueva generación de automóviles tenga el nivel deseado de capacidad de conducción autónoma.
Un nivel proporcionará asistente de autopista, a través del cual el automóvil puede navegar en esta situación y adelantar automáticamente. Pensemos, no obstante que, determinar la responsabilidad en un accidente con un automóvil autónomo involucrado es esencial, pero las leyes de protección de datos actuales lo impiden.
Ya en vehículos la tecnología a bordo reúne sensores de radar, LIDAR y de cámara, así como una unidad de operación central que recopilará todas los errores y eventos, una especie de caja negra. La gente se da cuenta ya de que la habrá, especialmente en los vehículos que se conducen por sí mismos.
Los conductores de automóviles autónomos también estarán cubiertos por esta política, que responsabilizará al fabricante en caso de que se verifique que un fallo en el sistema causó el accidente.