La caldera de condensación tiene muchas ventajas en cuanto a eficiencia energética, ahorro en consumos y facturas, y contribución a la protección del medio ambiente.
En las calderas tradicionales, la energía generada durante la fase de condensación finalmente se pierde.
La principal ventaja de las potentes calderas de condensación sobre las antiguas es su eficiencia energética, ya que su tecnología evita las fugas de calor en forma de vapor de agua.
Se estima que estas calderas reducen el consumo de energía en un 25-30% en comparación con las que funcionan sin tecnología de condensación.
Según el informe FEGECA 2020 sobre calefacción, las calderas de condensación se han convertido en un elemento clave para lograr los objetivos climáticos de la UE al reducir el consumo de energía y las emisiones de CO2.
Las calderas de condensación de última generación son mucho más que una simple caldera de gas, la condensación es la tecnología que ofrece mejores prestaciones y, por tanto, más respeta el medio ambiente y genera el menor consumo de gas para calefacción y distribución de agua.
Las calderas de condensación son aptas para cualquier tipo de instalación
Las calderas de condensación actuales ofrecen la máxima eficiencia energética, que en la recuperación del calor residual se refleja en ahorros de hasta un 30% en la factura del gas.
Las calderas de condensación son dispositivos que han incorporado la más alta tecnología, que ofrece un 5% más de eficiencia en comparación con cualquier otra caldera estándar; incluso en las peores condiciones de funcionamiento.
Si tomamos como ejemplo una casa en Málaga con una instalación de radiador clásica, una caldera de condensación condensa el 82% del tiempo.
La principal ventaja que ofrecen las calderas de condensación sobre las calderas de gas tradicionales es una mayor eficiencia con un menor consumo de combustibles fósiles; lo que se traduce en menores emisiones de CO2 y ahorros significativos en la factura del gas.
Las calderas de condensación son calentadores de agua para gas o diesel.
Este tipo de caldera alcanza una alta eficiencia mediante la recuperación de calor de la condensación del vapor de agua en los gases de escape.
Las calderas de gas de condensación recuperan calor adicional de los gases residuales condensando el vapor de agua en agua líquida y recuperando así su calor latente de vaporización.